Un millar de propuestas para democratizar los presupuestos

Limpiar senderos, iluminar caminos, asfaltar viales, vaciar las fosas sépticas, mejorar el alcantarillado, construir más parques, paseos y jardines, remplazar el mobiliario urbano, habilitar locales, plazas o implementar los servicios sociales. Así, hasta un millar de propuestas y sugerencias para humanizar la ciudad con más ideas que dinero para llevarlas a cabo.

Contra todo pronóstico, los vecinos de Ferrol se han volcado en la primera experiencia de presupuestos participativos de la ciudad y lideran un proyecto pionero en Galicia que democratiza la gestión municipal. Son 670 los vecinos que toman parte activa en el proceso de forma individual o en representación de asociaciones de distinto contenido. Su dedicación y empuje ha pillado por sorpresa a los políticos locales. Casi el 1% de la población (74.696 habitantes) se ha vinculado a esta experiencia piloto de autogestión que deja en manos de los ferrolanos una pequeña parte del presupuesto municipal. Fue una de las condiciones impuestas por Izquierda Unida, de acuerdo a la fórmula de "democracia directa" nacida en Porto Alegre en 1989, al gobierno en minoría de Vicente Irisarri (PSOE) para respaldar las cuentas del 2009 tras la ruptura del pacto local.

La fórmula de "democracia directa" fue impuesta por IU

Este año, la partida es más bien discreta: 350.000 euros que los vecinos decidirán invertir en las obras que consideren prioritarias para mejorar la calidad de vida de los habitantes de tres barrios (San Xoán, Santa Mariña y San Pablo) y dos parroquias (Doniños y San Xurxo). En 2010, serán dos millones de euros.

Los requisitos son sencillos: vecinos mayores de 16 años, empadronados en el barrio, trabajadores o propietarios de algún local o negocio. Cada vecino es un voto e ideas no les faltan. La oficina técnica del ayuntamiento ya ha contabilizado 1.227 propuestas válidas. El 70% proceden de la zona rural, especialmente en la costa de Doniños, donde se recogieron 628 sugerencias, con un máximo de seis por vecino. Proponen mejoras en los servicios públicos, arreglos en viales, parques y centros deportivos y reclaman desde un centro de día para ancianos hasta un plaza de aparcamiento, un sencillo pasamanos o una zonas de sombra en el patio de un colegio.

Maica González, técnica del Ayuntamiento, explica que el proyecto tiene una tramitación larga y farragosa que consume muchas horas de asambleas, reuniones y debates que los vecinos acatan sin rechistar. El proyecto arrancó en mayo y esta semana encara su recta final: 47 vecinos ordenarán y puntuarán mañana las propuestas, que el pleno municipal votará en diciembre. Las sobrantes pasarán a un banco de ideas a la espera de su oportunidad.