"La Xunta apuesta por una caja solvente"
El Gobierno gallego admite por primera vez conversaciones para unir las dos entidades - "Sin duda, estamos hablando de un escenario de fusión con Caixa Galicia y Caixanova"
Le ha tocado lidiar con los incendios políticos del inicio de curso: ha confeccionado el primer Presupuesto de la historia de Galicia con 1.200 millones menos recurriendo al endeudamiento máximo; ha sentado a las cajas de ahorros para hablar de la fusión, que la Xunta promueve ya claramente; y va a congelar todos los acuerdos retributivos en vigor de los funcionarios. Marta Fernández Currás (Vigo, 1963), admite que no se ve muy suelta en el escenario público-mediático, pero maneja determinación e ideas claras sobre hasta dónde quiere llegar con su gestión.
Pregunta. ¿Le consta que haya voluntad de estudiar un escenario de fusión en las dos cajas?
Respuesta. Me consta que las cajas de ahorros están estudiando todas las posibilidades que ofrece el mercado financiero en estos momentos. Y la Xunta de Galicia, lo mismo.
"Los empresarios no tienen legitimidad para decir que uno más uno es cero"
"El bipartito traicionó el futuro con compromisos de gasto insostenibles"
"No consolidaremos la mejora de financiación de las universidades"
P. ¿Se han sentado Caixa Galicia y Caixanova en la misma mesa con la Xunta para hablar de la fusión?
R. Sin duda se está hablando de un escenario de fusión, claro que sí. Pero en ese sentido creo que fui muy clara en el Parlamento [cuando manifestó que debían superarse "localismos estériles"]. La Xunta apuesta por una caja solvente, eficiente y vinculada a la población.
P. Los empresarios del sur creen que una fusión podría contagiar lo malo en vez de mejorar a la entidad resultante, que uno más uno puede ser igual a cero...
R. ¿Qué legitimidad tienen los empresarios para decir que uno más uno es igual a cero? Eso es de un catastrofismo extraordinario que ninguna caja ha demostrado. Tenemos dos cajas muy profesionales que han sabido llevar a cabo fusiones previas que hacen que esta comunidad tenga una situación de partida mucho mejor que otras. Vemos cómo Castilla y León se tiene que enfrentar a la reordenación de seis cajas, cómo Andalucía afronta dos procesos distintos y Cataluña lo mismo. Aquí contamos con la experiencia previa de una fusión y una reordenación. Pero los cambios del sistema financiero no nos pueden ser ajenos porque a lo mejor estamos desperdiciando oportunidades.P. ¿Como la de recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)?
R. Sí, oportunidades tan importantes como el FROB, para tener una estrategia y una visión de futuro. Es decir, no se trata de pensar únicamente en 2010, ni 2011... se trata de que tengamos en Galicia un músculo financiero potente, eficiente y solvente y eso las cajas lo saben tan bien como lo sabe la comunidad autónoma, tan bien como lo sabe el Banco de España. Por esto es una decisión muy seria, muy trascendente y muy técnica al tiempo que política, social y económica.
P. Pero usted afirmó que su consellería debía tomar la decisión sólo desde el punto de vista técnico.
R. ¡Es que de eso no nos podemos olvidar nunca! Lo primero es el servicio a Galicia y a los gallegos, y eso sólo se puede dar con un sistema financiero solvente, para ahora y para el futuro.
P. Tras la presentación del proyecto del Presupuestos para 2010, ¿no cree que ha habido demasiada confusión sobre qué partidas realmente suben o bajan?
R. El Presupuesto está presentado en el Parlamento perfectamente detallado por partidas. Respeta la estructura económica y funcional que siempre tuvo. Respecto a las subidas y bajadas, aquí hay siempre lecturas interesadas. Es obvio que el debate se está desenfocando. Que el Presupuesto baja ya lo hemos dicho hace tres meses, es una cuestión meridiana. Los ingresos sufren una caída del 12,94%. Plantear un debate sobre las cuentas en términos incrementalistas no tiene sentido. Los Presupuestos son la auténtica columna vertebral de un gobierno.
P. Han explicado hasta la saciedad la caída de los ingresos, pero se sabe muy poco de sus apuestas en el capítulo de gastos.
R. No lo comparto. La caída de ingresos lo condiciona todo. Éste es el primer Presupuesto de la comunidad autónoma en el que descendemos. Para colmo de males, venimos de una época de crecimiento extraordinario, desde el 2005 hasta el 2008 estuvimos creciendo. Eso dio lugar a una consolidación constante de gastos corrientes, algunos perfectamente lícitos y necesarios, pero otros no tanto. Por lo tanto, este año hemos tenido que confeccionar el presupuesto base cero. Hubo que volver a hacer una negociación justificando los euros desde el principio. Hemos apostado por mantener e incrementar la proporción del gasto social, su peso, porque tenemos una obligación absoluta de dar cobertura a los servicios públicos fundamentales. Esto hay que ligarlo con nuestro sistema de financiación autonómica, que no es todo lo sensible que debería de ser porque concentra el gasto público de servicios fundamentales en las comunidades autónomas, no en el Estado. Hemos equilibrado una ecuación: solidaridad más inversión igual a crecimiento. Ésta es nuestra auténtica política económica, manteniendo el gasto social sin sacrificar la inversión productiva.
P. Las plataformas de apoyo a la sanidad pública y los sindicatos creen que financiando con dinero de empresas privadas los hospitales, al final son entre seis y siete veces más caros...
R. Esa infraestructura en principio sale más cara, pero hay que valorar el concepto de caro, que pasa por un coste de oportunidad además de un coste financiero. Es una fórmula de financiación. ¿Qué es más caro: cualquier bien o servicio comprado al contado o a plazos? No estaríamos ante este dilema si tuviéramos el dinero del presupuesto. Eso sería lo deseable. Pero la alternativa no es ésa: la alternativa es hacerlo o no hacerlo. Es poner a disposición de los ciudadanos una serie de infraestructuras que son absolutamente necesarias para que Galicia siga creciendo y siga convergiendo con la media nacional y europea. Y éste es el momento de hacerlo. ¿Que supone un esfuerzo desde el punto de vista financiero? Pues sin duda, pero nosotros tenemos que apostar por la inversión, porque es generadora de empleo y bienestar. Y los ciudadanos de Vigo no tendrán que esperar a que nos recuperemos económicamente. Eso supondría aplazar la decisión de construir un centro con una capacidad de 1.400 camas hasta dentro de seis o siete años. No sería un ejercicio responsable de gobierno ni de política económica.
P. ¿Y no era posible con la financiación que había planteado el bipartito a través de la Sociedade Pública de Investimento (SPI)?
R. Nosotros apostamos por la colaboración público-privada porque a través de la SPI tendríamos que afrontar el pago de esa infraestructura en el tiempo de construcción, y eso en este momento no es posible. Tampoco lo era cuando el bipartito lo planteó: la prueba es que destinó millones sin ningún programa adicional de financiación. Permítame que dude mucho de la ejecución del hospital de Vigo del bipartito a través de la SPI.
P. Ustedes hacen cálculos distintos de los del bipartito para valorar el gasto social. ¿No son lecturas interesadas?
R. Para hacer cualquier comparación lo primero que hay que hacer es homogeneizar la anterior, y nosotros lo hacemos. Entran los servicios públicos fundamentales, la educación, sanidad y servicios sociales, donde hemos incluido igualdad, bienestar y dependencia. El resultado es que siete de cada 10 euros se destinan a gasto social.
P. Dijo que las universidades tienen que ir habituándose a vivir con menos recursos. Los rectores dicen que están al límite.
R. Nosotros hemos hecho un esfuerzo importantísimo con las universidades y sólo les pido que apliquen los mismos criterios de eficiencia que yo voy a tener que aplicar en mi ámbito. Estamos siendo encima mucho más generosos proporcionalmente, porque el presupuesto de la Xunta en términos de capacidad de gasto, gasto no financiero, cae un 3,3% y el suyo, un 2,5%.
Las universidades están sujetas a un acuerdo de financiación que hemos mejorado. Si quiere que le conteste sobre si este esfuerzo, esa mejora, se va a consolidar para el futuro, la respuesta es no. Contundentemente, no.
P. ¿No está traicionando la política de gobiernos anteriores al rechazar los acuerdos retributivos en vigor que aumentan el sueldo a los funcionarios?
R. Por supuesto que los acuerdos siguen en vigor. Estamos suspendiendo su aplicación en uso de una facultad que nos transfiere el Estatuto Básico y como consecuencia de una situación extraordinaria, urgente y por razones de interés público. La situación hay que analizarla en conjunto, viendo la evolución que han tenido las retribuciones de los funcionarios. Entre 2006 y 2009 tenemos un incremento conjunto para la Administración de un 24,8%. Si lo desagregamos por categorías, vemos que dentro de la Administración general es del 16,8%, en el Sergas, del 26,78% ,y en personal docente, del 17,58%. En ese periodo el IPC acumulado creció un 8,8%. A la pregunta de si estamos vulnerando esos acuerdos o traicionando una política de personal heredada... yo le puedo responder diciendo lo contrario: ¿no se estaba traicionando el futuro con unos compromisos crecientes de gasto de personal en momentos en los que a lo mejor no se podía haber comprometido? Porque 2008 y 2009 son unos años de crisis y nos encontramos con unos acuerdos firmados insostenibles.
P. ¿Qué le parece que haya altos cargos que cobren más que los conselleiros o que el presidente?
R. También le puedo decir que es una política heredada. Nuestro deseo es contener los sueldos, y prueba de ello es que este año a todo aquél que cobra más de 60.000 euros se le congela y pasará a ser una minoración. Nos convertiremos en la comunidad cuyos altos cargos cobran menos de todo el Estado.
P. ¿Están ejecutando las infraestructuras comprometidas este año?
R. De momento la ejecución va varios puntos por encima de la del año pasado por estas fechas. Si se refiere a la acusación permanente de que la Xunta tiene proyectos paralizados, en primer lugar he de decir que cualquier cambio de equipos requiere un tiempo de ajustes. Además, cuando se hace esa comparación se están comparando los seis primeros meses del bipartito con los seis primeros meses del PP, pero con una diferencia: los del bipartito comprenden los meses de julio a diciembre, es decir, incluyen diciembre, donde tradicionalmente se ejecuta el 25 % del presupuesto. Por lo tanto, lo que vamos a hacer es comparar las cosas cuando cerremos el ejercicio o, al menos, cuando pasemos el mes de diciembre.
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