Mas deja en manos de los detenidos su baja temporal de Convergència

Artur Mas, presidente de Convergència i Unió, se reafirmó ayer en su postura de no tomar medidas disciplinarias contra Macià Alavedra, ex consejero de la Generalitat, y Lluís Prenafeta, secretario de la Presidencia, detenidos en la Operación Pretoria. "Creo en la presunción de inocencia de todo el mundo y quiero oír su versión", sostuvo el líder de CiU, que añadió: "Estoy convencido de que si ven que el caso puede perjudicar a Convergència pedirán la suspensión temporal de militancia".

En un discurso en el que pidió "máxima exigencia" a la justicia y "serenidad" en el juicio público, Mas subrayó que la implicación del PSC es más grave que la de CiU al tratarse de cargos públicos. "Nosotros no podemos destituir a nadie porque no tienen cargos", dijo recordando que Alavedra dejó el Gobierno catalán hace 12 años y Prenafeta, 19. Alavedra está fuera de la ejecutiva de CDC aunque desde hace un año pertenece al consejo asesor de Mas, del que tampoco se le piensa destituir.

La magnitud de la operación Pretoria dejó ayer conmocionado al Parlamento catalán. El presidente José Montilla lanzó un mensaje reclamando un "castigo firme" para los culpables, "especialmente para los que hayan tenido responsabilidades públicas". También dijo que "no todos los políticos son iguales". Pese a que el PP e ICV exigieron firmeza a los dos partidos implicados, el hemiciclo reflejó el denominado "oasis catalán". La corrupción se hizo invisible -sólo el PP y Ciutadans siguieron con el tema- y el debate se centró en la crisis.