Los arrestados recibirán visitas de 20 minutos en comisaría

Los detenidos podrán recibir visitas, de un máximo de 20 minutos cada una, en comisaría. Antes de pasar a disposición judicial podrán hablar con familiares "en sentido amplio", representantes de su religión y "otras personas de su entorno", según el proyecto del Departamento de Interior para obtener el certificado de calidad ISO en el proceso de detención, como el que ya posee la Ertzaintza.

Aunque la ley prevé la posibilidad de recibir visitas, el protocolo detalla en qué condiciones se realizarán. Los arrestados dispondrán de cuatro horas al día para ello: dos por la mañana y dos por la tarde.

El sistema de gestión de la calidad ideado por Interior se ocupa de la detención "porque es el punto más crítico y toca a derechos fundamentales", detalla Josep Codina, intendente de los Mossos. El proyecto abarca todos los pasos: los motivos de la detención y su práctica material, los traslados y el ingreso y estancia en comisaría.

A juicio de Interior, el proyecto da "garantías" al detenido, ofrece al agente "pautas muy regladas" de actuación y hace que la calidad del servicio policial sea "homogénea" en todo el territorio. Los sindicatos policiales, en cambio, opinan que la ISO es innecesaria y sostienen que no se podrá ejecutar por falta de recursos.

El rol de las víctimas

"Es inaplicable. El exceso de burocracia sobrecargará de trabajo a los mossos en un cuerpo que ya sufre falta de recursos", tercia el secretario general del Sindicato de Policías de Cataluña, David José Mañas. Aunque el seguimiento informático se hará "en vivo" -el agente comunicará al operador de sala qué hace en cada momento-, el intendente Codina considera que no habrá más trámites que ahora.

Sea como sea, la presión sindical y algunas dudas sobre el contenido han obligado a Interior a retrasar el proyecto, que debía echar a andar el 15 de octubre y lo hará el 1 de diciembre y por fases. Llegará primero a las regiones central, del Ebro y Pirineo, y aterrizará en Barcelona en junio.

Interior ya ha anunciado que modificará algunos contenidos (como el polémico traslado de detenidos en ambulancia) e incorporará otros, como el papel de las víctimas de delitos. Mañas lo tiene claro: "Las víctimas, las grandes olvidadas, son las que nos tienen que valorar. Ellas, y no el delincuente, han de decir si han sido bien atendidas y si están satisfechas, por ejemplo, con el tiempo de espera para poner una denuncia".