_
_
_
_
_

Medio hospital Clínico se muda a siete centros sanitarios diferentes

Las obras del ala norte obligan a trasladar 380 camas y 650 profesionales

Elena G. Sevillano

Si pertenece usted al área sanitaria 7 y tiene como hospital de referencia el Clínico, es mejor que vaya haciéndose a la idea. En cuestión de semanas, va a tener que recorrerse medio Madrid para que le vean sus especialistas. Si necesita ir de urgencia al traumatólogo, o tienen que operarle, será en el hospital de Santa Cristina. Si le tocaba dar a luz, ahora tendrá que hacerlo en el Gregorio Marañón. Si le pasa algo a su hijo, las urgencias estarán en el Niño Jesús. Medio hospital se va de mudanza. Las obras de remodelación del ala norte del Clínico, la más antigua, con habitaciones de cuatro y seis camas y baños compartidos en los pasillos, empiezan en noviembre. Antes, el ala norte tendrá que quedar prácticamente desierta. Se trasladan 380 camas y los 650 trabajadores que las atienden.

Los trabajadores denuncian el "caos" y los pacientes, la escasa información

El traslado empieza ya. Sobre el papel, comenzó ayer lunes, pero al ser festivo no se notó ningún movimiento. Paliativos (10 camas), geriatría (26), psiquiatría (30) y medicina interna (30) deben desplazarse entre el 12 y el 18 de octubre, según el acuerdo firmado la semana pasada entre Sanidad y los sindicatos, al que ha tenido acceso EL PAÍS. Son 141 trabajadores entre médicos, enfermeras, auxiliares, etcétera, que cambian su puesto de trabajo y se incorporan al hospital Gregorio Marañón y al de la Cruz Roja.

Las obras del Clínico, que durarán un máximo de 18 meses, obligan a dispersar a un total de 649 trabajadores entre siete hospitales: Gregorio Marañón, Carlos III, La Paz, Santa Cristina, Niño Jesús, Rodríguez Lafora (psiquiátrico) y Cruz Roja.

Ayer no había trasiego de mudanza, pero sí nerviosismo, incertidumbre y hasta indignación entre los trabajadores. "Es tercermundista. Nadie se opone a la reforma, que es muy necesaria, pero repartir especialidades entre varios hospitales es una vergüenza para los pacientes", criticaba un médico residente. En un comunicado hecho público por médicos y enfermeras el domingo, se hablaba de "caos" y de que "toda la asistencia materno-infantil desaparecerá del área 7" para ir a otras "masificadas", informó Efe. Entre las enfermeras cundía el enfado. "Se suponía que íbamos todos al Gómez Ulla, pero resulta que nos dispersan y nos integramos en servicios ya montados, que tienen su propio personal. No han contado con nosotros", se quejaba una enfermera. Junto a otras dos compañeras, aseguraban que aún no sabían en qué condiciones se trasladan: ni turno ni funciones.

Los pacientes no estaban mejor informados que ellas. Carlos subía en el ascensor hasta la quinta planta, donde su mujer está a punto de dar a luz trillizas. "Nos han dicho que toda la planta cierra a partir del 26, así que no sabemos qué va a pasar. Si no le toca el traslado a mi mujer, a las niñas es probable que sí. No es fácil enterarse. Ni el personal sanitario sabe dónde va a tener que trabajar". Ginecología y obstetricia deben abandonar el Clínico entre el 26 de octubre y el 1 de noviembre. Son 57 camas y 115 trabajadores que pasan al Gregorio Marañón. A partir de entonces, en el Clínico ya no habrá partos. Las 26 camas de neonatología también se trasladan el día 22. De ellas, 22 van al Marañón y cuatro, a La Paz. Medicina interna se reparte entre la Cruz Roja y el Carlos III. Como psiquiatría, con una parte en el Marañón y otra en el Rodríguez Lafora. Traumatología traslada las urgencias, la cirugía mayor y la hospitalización a Santa Cristina.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La mudanza debería estar lista a mediados de noviembre. El hospital intenta trasladar al menor número de ingresados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_