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Adictos al 'green'

Madrid es la comunidad con más federados de golf de España

María Martín

Adiós al viejo cliché de que el golf es sólo un deporte para ricos. Hace 50 años -incluso 20- era impensable que un trabajador de clase media accediera a un campo de golf. Ahora los precios se han popularizado, los campos se han multiplicado y el aumento de federados -un 61% desde 2003- prueba que el golf ya no es cosa de unos pocos. Madrid, con 94.138 licencias, es la comunidad con más federados de España (un 28% del total). La sigue en la distancia Andalucía, que con ocho millones de habitantes sólo tiene 50.811.

De los 30 campos de golf de Madrid sólo el Centro de Tecnificación, situado en el kilómetro 1 de la carretera del Pardo, y el Centro Nacional de Golf, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, son públicos, según la federación española, y puede jugarse en ellos por un máximo de 13 y 48 euros, respectivamente. Salvando excepciones, como la del históricamente exclusivo campo de Puerta del Hierro, cerrado a nuevos socios desde 1988, o el campo de golf de Somosaguas, donde además del pago de un canon semestral uno debe ser propietario de una casa en la finca para asociarse, en el resto de campos pueden jugarse 18 hoyos, unas cinco horas, por precios que van desde los 45 a los 205 euros. "Practico un montón de deportes y éste acaba siendo el que más barato me sale", afirma en el Centro Nacional de golf Douglas Medrisch, un joven de 28 años que entre semana se entrena en la capital pero huye en busca de otros campos en cuanto llega el sábado.

"Es un ejercicio de superación personal", opina una aficionada
La Comunidad lo promociona como oferta de ocio para turistas de negocios
De los 30 campos para practicar este deporte, sólo dos son públicos
Cinco horas de juego cuestan entre 50 y 205 euros en los centros privados

Quienes lo practican aseguran que el golf engancha. "Es por la frustración que te provoca que un día le das bien a la bola y otro no", explica Miguel López, un contable de 50 años al que hace dos meses le regalaron los palos que le han llevado aficionarse a este deporte. Lo mismo piensa Isabel: "cada vez que tocas un palo es una prueba de humildad", dice esta funcionaria de 56 años, mientras practica su swing en el centro de golf de Canal. "Es un ejercicio de superación personal".

Los principiantes, responsables de que se hayan disparado las cifras de federados, llenan los campos de entrenamiento de la capital. Sólo el centro de Canal, inaugurado hace un par de años con una fuerte polémica por la oposición de los vecinos que querían zonas verdes, cuenta con 1.600 alumnos y la misma cifra se calcula en los dos campos públicos de la capital. Es en estos lugares donde surgen más razones por las que los madrileños se pasan al golf. Muchos lo hacen porque sus parejas lo practican. "Yo he empezado por amor", confiesa Esther García en el Centro de Golf de Canal, donde acude desde hace un año para federarse. Lo mismo admiten dos jóvenes en el Centro Nacional, reconociendo que fueron sus ex novias las que les motivaron para iniciarse. "El golf nos unió y nos separó", bromean. "Ellas siempre fueron mejores".

Este deporte también ha ganado adeptos entre los mayores. Según Javier Varela, coordinador de golf en el centro de Canal, "es un deporte para todas las edades" y, como dicen en Inglaterra, "puede jugarse hasta cuando hace sol". Y así lo ve Antonio Pérez, un jubilado de 76 años, que se entrena un par de veces al mes en el Centro Nacional. "Había que entretenerse en algo. Para jugar al dominó hacen falta cuatro amigos y al golf puedo jugar solo, ando y hago algo de ejercicio", resume el hombre.

Pero, a pesar de la afición, "en Madrid hay una clara desproporción entre el número de federados y los campos existentes", explica un portavoz de la Federación Española de Golf. Y ahí es donde en las provincias limítrofes a la capital han visto el negocio. Campos como el de Valdeluz en Guadalajara o el de Señorío de Illescas en Toledo tienen un 90% y un 80% de clientes madrileños. "En el sur de Madrid hay una escasez importante de campos de golf y nosotros estamos a tan sólo 30 kilómetros", indica el director de comunicación del campo de Toledo, que reconoce que sus principales actuaciones promocionales se dirigen a los habitantes del sur de la región.

A muchos más kilómetros de distancia, en Andalucía, han sabido también aprovechar la falta de instalaciones. El Patronato de Turismo de la Costa del Sol ofrece desde que se inauguró el trayecto del Ave Madrid-Málaga paquetes promocionales en los que incluyen el trayecto de ida y vuelta en tren, el traslado al campo de golf y un Green fee de nueve hoyos, por 110 euros.

La Comunidad no duda de la importancia de impulsar este deporte. El pasado febrero, Esperanza Aguirre, experta golfista, visitó orgullosa las obras de Naturalcalá, un complejo deportivo público que acogerá dos campos de golf en dos años y que, según Ecologistas en Acción, consumirán alrededor de 1.630.000 metros cúbicos de agua, el equivalente a lo que consume una población de 20.000 habitantes.

La presidenta zanjó la responsabilidad medioambiental al asegurar que el riego se realizará con agua reciclada y que, además, el proyecto podría generar indirectamente 13 millones de euros al año en la zona. Y lo más importante y donde la consejería de Turismo tiene puesto el ojo: el golf aumenta las ofertas de ocio para el turista de negocios, el principal visitante de la capital.

Según el informe de medición del turismo de reuniones en España (datos facilitados por Madrid Convention Bureau) cada año llegan a Madrid casi 700.000 turistas que asisten a ferias, congresos o reuniones de negocios. Según estos datos, resulta que el turista extranjero que viaja con intención de jugar al golf alarga su estancia entre siete y nueve días y gasta hasta 340 euros diarios, cuatro veces más que el turista vacacional.

La 'lideresa', de torneo en torneo

"El golf es mi deporte favorito", ha dicho en más de una ocasión Esperanza Aguirre en la infinidad de inauguraciones de campos de golf a las que ha asistido en los últimos años. De ahí que recuerde siempre su interés en que los madrileños conozcan este deporte y tengan las instalaciones donde practicarlo. El handicap de la lideresa, la cifra que refleja la capacidad y potencial de cada jugador -cuanto más baja, mejor jugador-, llegó en octubre de 2007 a 5.8, un nivel envidiable con el que "podría haberse convertido en profesional", según opina Javier Varela, coordinador de golf en el centro de Canal. Pero ella prefirió la política.

Aguirre juega siempre que puede y durante sus vacaciones no colgó los palos. Según la ficha de actividad de la Federación Española de Golf, la presidenta pasó el verano de torneo en. En agosto disputó seis campeonatos. No le fue mal, aunque ya no es lo que era. Su handicap actual, en aumento desde hace meses, es de 8.6, por lo que Aguirre deberá jugar muchos más torneos para recuperarse. Pero, como se excusan los aficionados: "Tu handicap es directamente proporcional a tus horas de trabajo". Y es que la presidenta trabaja mucho.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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