FG abre cuatro frentes en el BBVA
González cambia a Goirigolzarri, número dos, y el mercado espera compras - Inquietud dentro y fuera del banco, donde ven que el Santander vale el doble en Bolsa
El presidente del segundo banco español está considerado un llanero solitario. Francisco González, conocido como FG, es un gestor que asume todo el poder y al que gusta cambiar de equipos con frecuencia. En diciembre de 2001, cuando comenzó su carrera en solitario en el BBVA, tras la marcha de Emilio Ybarra, presentó un puente de mando con 14 directivos. Curiosamente sólo se mantiene uno en activo, Ángel Cano, el nuevo consejero delegado.
Con la marcha de José Ignacio Goirigolzarri ya son tres los consejeros delegados de los que ha prescindido FG desde que comenzó su carrera bancaria, a mediados de 1996, en Argentaria. Primero fue Francisco Gómez Roldán, al que dejó fuera en la fusión con el BBV; luego Pedro Luis Uriarte, que marchó en 2001 tras el escándalo de las cuentas secretas, y ahora Goirigolzarri, que se prejubiló el martes pasado al prolongar González cinco años más su carrera como presidente. Goiri, como se le conoce en el banco, no se hizo valer en los primeros años de mandato, cuanto era vital para el presidente y perdió su tren, dicen en el mercado. Ahora González tiene que demostrar que su combinación con Cano es más rentable que la anterior.
Cano, consejero delegado, es el único que sigue con González desde 2001
En siete años, el Santander ha subido un 31% en Bolsa y el BBVA ha caído un 11%
Con este cambio, el presidente del BBVA ha abierto cuatro frentes. El primero con los inversores, por la sorpresa que ha provocado, algo que no gusta a los que tienen mucho dinero. Todavía se preguntan porqué ha hecho este relevo ahora, cuando la crisis bancaria sigue abierta. Otro es por el sustituto, Cano, santanderino de 48 años. Lleva 18 años en el banco y está considera un ejecutivo sólido y capaz. Ha sido director de recursos humanos y medios, director financiero, de banca tecnológica y responsable de que el BBVA sea uno de los grupos más eficientes del mundo. Según los analistas, el problema de Cano, cuyo primer papel público fue investigar y regularizar las cuentas secretas de Jersey tras la fusión, es que nunca ha dirigido la banca comercial. "Es una incógnita cómo va a gestionar", apunta Fernando Hernández, subdirector de renta variable de Inversis Banco. En la plantillatambién hay inquietud por los futuros cambios. Hasta ahora sólo ha salido José Sevilla, responsable de riesgos, pero se esperan movimientos en las áreas de negocio comercial.
El tercer frente es el salarial. El BBVA está recibiendo duras críticas por la pensión de tres millones anuales vitalicios que recibirá Goiri. "A los dos días de la reunión del G-20 en la que se han criticado las vergonzosas remuneraciones de los banqueros, no se puede salir con este tema", dice un analista que no revela su identidad porque su firma trabaja para el BBVA.
El cuarto caballo de batalla es Euskadi. González ha coseguido aunar al PSOE, PP y PNV para que critiquen su continuo alejamiento de Bilbao, ciudad donde nació el banco y tiene su sede.
Ante el desconcierto, los expertos reclaman "un anuncio detallado del plan de reestructuración para profundizar en las implicaciones del nuevo organigrama", apunta Ahorro Corporación.
¿Por qué este golpe de timón? Los analistas creen que para crecer. "Podría prevalecer una estrategia de crecimiento dentro y fuera de España", dice esta misma firma de Bolsa. González se ha topado en su camino con Emilio Botín, presidente del Santander, que ha hecho muchas compras. Ambas entidades están en la élite de la banca internacional, pero las comparaciones son inevitables. González parece que se ha cansado de ver cómo el Santander se aleja día a día en tamaño, beneficios, capitalización y revalorización de la acción. Cuando se puso al frente del banco ambos estaban a la par y hoy la diferencia parece inalcanzable. En 2001, el BBVA ganó 2.363 millones y el Santander 2.486 millones. Siete años después, el Santander gana un 77% más. Desde el punto de vista del accionista, la situación tampoco es favorable al BBVA. Una inversión de 100 euros en acciones del BBVA a finales de 2001 hoy valdría 89 euros, al margen de los dividendos, según Bloomberg. En cambio, de haberlo hecho con el Santander, acumularía 131,21 euros. Si se hubieran reinvertido los dividendos en comprar acciones, la opción del Santander sería un 65% más rentable que la del banco azul. Para un ex agente de Cambio y Bolsa y ex propietario de una firma de valores, como FG, estas diferencias pesan.
En estos casi ocho años de tándem González-Goiri el banco ha apostado por un modelo diferencial basado en la rentabilidad, la eficiencia (en ambas supera al Santander), tecnología aplicada a la banca (que aún no ha dado frutos), explotar el liderazgo en México y en su incipiente posición en China. Han creado un banco fuerte en capital, pero las tardías y caras compras realizadas, -el Compass de Texas con el que ha formado una red de 650 oficinas- no le han acercado a su competidor, apunta Íñigo Vega, de Iberian Equities. Botín ha recogido el beneficio de sus apuestas más arriesgadas: Banespa, en Brasil, Abbey, de Londres y la participación en la compra de ABN Amro. Estas compras y la unidad de banca de consumo han ayudado a que sea el primer banco occidental por beneficios.
¿Era Goirigolzarri el freno para hacer compras? Dentro y fuera del banco se pone en duda de que el fuera el únic que se opuso a la compra de la BNL, una oportunidad perdida. "El número uno es González y él es el primer responsable de las decisiones, aunque el consejero delegado también tiene su parte", afirman en Inversis. Ahora las apuestas dicen que el siguiente banco que compre FG será grande y en Estado Unidos, país por el que el presidente siente admiración. Quizá entonces vuelva a cambiar el puente de mando.
Agur a Neguri y a Bilbao
La marcha del último directivo vasco del BBVA ha provocado escalofríos en Bilbao. "Hace muchos años que el BBVA perdió la B de Bilbao", ha dicho el alcalde de la capital vizcaína, Iñaki Azkuna, sobre la marcha de Goirigolzarri.
Este es el último acto de una obra que empezó en diciembre de 2001, cuando Francisco González echó a los 16 consejeros del BBV por el cobro de pensiones procedentes de cuentas secretas de Jersey. El juez cerró el caso sin condenas. Entonces, además de Ybarra y Uriarte, se fueron apellidos de tanto arraigo a las familias fundadoras de Neguri como Icaza, Lezama-Leguizamón, Aresti, Ampuero, Collar, así como Entrecanales o Cortina, de gran posición en Madrid. González les pidió "sacrificio para refundar el banco". Posteriormente se ha deshecho de más de 15 directores generales procedentes del BBV y hoy son mayoría los que vienen de Argentaria. El Gobierno vasco no se ha pronunciado sobre el asunto, pero sí lo han hecho el PSOE de Euskadi, el PNV, el PP y Confebask. Todos coinciden: es malo para la economía de Euskadi.
La noticia ha llegado después de que la histórica sede de Gran Vía 1 parezca, desde hace años, un edificio fantasma. El banco ha intentado vender, sin éxito hasta ahora. La duda es si el final de la historia es el cambio de sede y de domicilio fiscal, un asunto de muchos millones. ¿Traspasará esa línea roja?
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