Señor Camps, nadie es imprescindible
Como respuesta a los requerimientos de su propio partido y de la oposición, el señor Camps ha afirmado rotundamente que él está dispuesto a "seguir liderando los sueños de cinco millones de valencianos". Oigo la frase y no puedo por menos que percibir en ella una considerable dosis de caudillismo con tintes de arenga. Debe de ser que con tantas cosas en la cabeza al señor Camps se le ha olvidado esta mañana tomar su dosis de nadie-es-imprescindible.
El sueño de los cinco millones de valencianos es que no haya caudillos sino gobernantes que trabajen por la gente, por todos, no sólo por ellos mismos o por su partido; y que lo hagan con honradez, porque las mayorías electorales, señor Camps, no son una bula para las conductas corruptas. Por cierto, bonito traje.
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