"El control viene del miedo"

Tras pasar con éxito por Madrid y Barcelona, el actor y director estadounidense Tim Robbins (West Covina, California, 1958) presentó ayer en el Arriaga de Bilbao el montaje de 1984 que ha creado The Actors' Gang, la compañía que Robbins fundó y de la que es director artístico desde hace 22 años. La adaptación de la celebérrima novela de George Orwell ocupará el coliseo bilbaíno los próximos 6 y 7 de octubre, en sendas funciones en inglés con subtítulos en castellano. Luego viajará al Festival Internacional de Teatro de Vitoria, donde se podrá ver el 10 y 11 del próximo mes.

Robbins aprovechó de nuevo la presentación de esta versión de la distopía del Gran Hermano para hacer reflexiones políticas y sociales sobre el mundo actual. Así, deploró los efectos perversos del control que los Estados ejercen sobre los ciudadanos y recalcó que la "única forma de ser libre es no permitir la intimidación". "El control viene de la intimidación y del miedo", por lo que para superarlo hay que "abrirse por dentro" y "rechazar la idea de que el Estado tiene poder sobre ti", abundó.

"Me pregunto si el nuevo fascismo no se esconderá bajo una cara amable"

El oscarizado actor y director consideró la fábula de Orwell, adaptada al teatro por Michael Gene Sullivan, una "alegoría política que no pasa de moda sobre la humanidad y su forma de pensar y actuar". Robbins se hizo esperar por la prensa tras llegar con 40 minutos de retraso a la presentación, pero se mostró "muy contento" de estar en Bilbao después de la "excitante experiencia" del público en la representación en Madrid. Destacó en ese sentido la impresión que para él ha tenido el que "un 60 o 70 %" de las personas que fueron a ver el montaje hayan vivido "bajo un régimen fascista". "Su reacción ha sido más visceral, más personal que en Estados Unidos", donde 1984 se ha representado durante tres años consecutivos.

Robbins reflexionó igualmente sobre lo que calificó como "nuevo fascismo" y se preguntó por la forma que adoptará y si no se esconderá "bajo una forma benévola, bajo una cara amable". "Si descubro eso me vengo a España porque aquí hay una fuerza, una resolución para ser libres, lo cual admiro mucho", indicó.

En esa forma de control de los Estados, criticó también el papel de la televisión y sostuvo que "apagar la televisión" es en sí mismo otra forma de lograr la libertad, porque el "entretenimiento se ha convertido en una forma de humillación".