Burócrata en campaña
Frank-Walter Steinmeier fue el hombre en la sombra del ex canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD), con quien dirigió la cancillería entre 1999 y 2005. Curtido en mil legajos, el ya ministro de Exteriores de la gran coalición de Angela Merkel ganó su primera batalla cuando hace un año asaltó, junto al hoy presidente del SPD, Franz Müntefering, la debilitada cúpula del partido. Su labor en el Gobierno ha relegado a un segundo plano la preparación de los comicios de hoy. No obstante, Steinmeier sorprendió hace dos semanas con su buena actuación en el duelo televisivo con Merkel y aún lo hace con su mejorada imagen pública.
Steinmeier, de 53 años, ha sabido transmitir con éxito a muchos votantes de izquierda que el SPD debe estar en el Gobierno para evitar una coalición entre Merkel y los liberales del FDP. Más que contra su jefa de Gobierno, la campaña de Steinmeier se ha dirigido contra el posible tándem democristiano-liberal.
La popularidad de Merkel se explica, en buena parte, por la presencia de Steinmeier en la vicecancillería. Es un político competente y pragmático, acostumbrado a asumir un papel secundario cumpliendo con las obligaciones que le tocan. Así lo hizo como coordinador de los servicios secretos en los Gobiernos de Schröder. La candidatura de Steinmeier, decidida cuando el SPD pasaba uno de los momentos más bajos de sus 145 años de historia, podría traer los peores resultados desde la fundación de la República Federal en 1949. Sin embargo, el reciente repunte en las encuestas y cualquier resultado que no sea una absoluta debacle quedarán como un éxito del jefe de la diplomacia alemana.
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