El siniestro de Barajas lleva a cambiar la comisión de accidentes y siete normas
Fomento mantiene el control de la CIAIAC, con menos miembros y "más ágil"
Una comisión de investigación de accidentes aéreos más reducida, pero bajo control del Ministerio de Fomento como hasta ahora. El ministro José Blanco se comprometió ayer a modificar dicho organismo y a cambiar siete normativas sobre seguridad de la aviación en los próximos nueve meses, en respuesta a los datos derivados de la investigación del siniestro del MD-82 de Spanair en Barajas en agosto de 2008.
Blanco, que como el resto de los oradores comenzó recordando a las víctimas del accidente, había prometido una reforma de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), de la que ayer apenas dio unas pinceladas, con el argumento de que buscará el consenso de los partidos y del sector. El nuevo reglamento está pendiente desde 2003.
Blanco confirma que el Congreso 'examinará' a los investigadores
El ministro avanzó que habrá un cambio en la composición para dotarla de "mayor carácter técnico y una estructura más ágil". Eso se traduce, explicó luego el director de Aviación Civil, Manuel Ameijeiras, en menor número de vocales (un presidente, un vicepresidente, un secretario y siete vocales), si bien se mantiene su dependencia orgánica del Ejecutivo, como sucede en el resto de países, a excepción de EE UU, donde la controla el Congreso, algo que, a su juicio, también tiene dificultades.
Blanco resaltó la "profesionalidad" e "independencia" de la CIAIAC y evitó criticar la tardanza de la comisión en emitir el informe sobre el accidente de Spanair (todavía no hay un informe final) y la aún mayor demora de la información sobre el incidente ocurrido a un aparato similar en Lanzarote en junio de 2007. Se limitó a decir que le "hubiera gustado que el informe de Lanzarote se hubiera producido".
No está claro de qué manera se dará al Parlamento español un "mayor control" de la Comisión, si bien Blanco apuntó al examen de los vocales que la integren. En todo caso, rechazó que haya injerencia de su departamento en la Comisión. "Fomento no está representado", en la CIAIAC, dijo el ministro pese a que el vicepresidente es el secretario general técnico del ministerio y el secretario, un funcionario del mismo.
Además, se reforzará el carácter reservado de los datos que maneje la CIAIAC y habrá una regulación mejor de la relación con los órganos judiciales, dos aspectos que tras el accidente de Spanair se ha visto que necesitan ser mejorados, así como los planes de emergencia de los aeropuertos. A ese respecto, Blanco anunció que en unas semanas se enviará a Interior el nuevo plan de emergencia de Barajas, tras las numerosas críticas recibidas por la tardanza en la asistencia a las víctimas.
Aparte de la reforma de la CIAIAC, el Gobierno impulsará la reforma de la Ley de Seguridad Aérea para, por ejemplo, incentivar que los pilotos comuniquen incidentes sin temor a ser sancionados y dotar a la Agencia de Seguridad Aérea de capacidad para contratar personal especializado. Se dará entrada a entidades colaboradoras en tareas de inspección y se cambiará la normativa de servidumbres aeronáuticas. También verá la luz la normativa de trabajo y descanso de las tripulaciones (pendiente desde hace más de un año), la de exhibiciones aéreas, de competencia lingüística en inglés y de certificación de la seguridad de aeropuertos privados.
Todo ello, antes de que termine la presidencia española de la UE, durante la que Blanco se propone mejorar la legislación europea sobre seguridad, para por ejemplo, traducir en normas obligatorias las recomendaciones de la organización de la ONU para la Aviación Civil. (OACI).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.