El oso y el madroño regresarán el viernes a Sol
No están en su sitio de siempre. Se fueron ayer por la mañana, justo cuando daban las once. Unos operarios los envolvieron cuidadosamente para montarlos luego en un camión. Salieron volando, mientras decenas de madrileños les fotografiaban, divertidos. Y hasta el viernes no volverán. Van a quedarse en el almacén municipal de la Casilla, en la Casa de Campo, hasta entonces. Ese día se colocarán en su nuevo emplazamiento, un pedestal en el nacimiento de la calle de Alcalá. En el Ayuntamiento creen que ese espacio es mejor, "más diáfano", que su hueco en la calle del Carmen, "muy estrecha". Así que si hoy pensaba quedar con alguien junto al oso y el madroño, como tantos madrileños hacen a diario, mejor piense en un lugar alternativo para la cita. Ellos no estarán.
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