El Gobierno catalán ejercerá la acusación contra Millet

La Generalitat de Cataluña ha decidido ejercer la acusación particular en el sumario instruido contra Fèlix Millet por el desvío de fondos del Palau de la Música.

"Es un episodio del que nadie puede estar contento y queremos que la justicia actue con todas las consecuencias", subrayó Antoni Castells, consejero de Economía. "El Palau es de todos. Es una institución centenaria, un símbolo del país y hay que preservarlo".

Los gestos no se quedan ahí. El Gobierno de José Montilla intentará retirarle a Millet la Creu de Sant Jordi, la máxima distinción de la Generalitat. "Podríamos esperar un gesto de dignidad suya para que la devolviera la medalla", agregó Castells consciente de la dificultad legal de retirar la condecoración. Pese al escándalo en torno al escaso control sobre el dinero público, la Generalitat, sin embargo, se mostró relativamente tranquila con el papel que ha jugado porque su relación financiera con el Palau se limita al Consorcio y no a la Fundación donde se cometió la actividad delictiva.

La Generalitat tiene en su poder auditorías al Consorcio desde 2000, en las que no se detectaron graves problemas, y las que remitía la fundación desde 2002. Éstas sí tenían salvedades de los auditores, que alertaban de que la fundación tenía abiertas inspecciones de Hacienda, de cuyos resultados dependían las cuentas finales. Éstas muestran cómo se fueron deteriorando los fondos de la fundación, desde los 49.000 euros del ejercicio 1999-2000 a unos números rojos de 6,2 millones en el de 2004-2005. Estas auditorias están ahora en entredicho. Castells avanzó que adelantarán la de 2008.