Urkullu ve nula gestión en López y peligro en acercarse a Zapatero

Sin levantar la voz, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, descalificó, implacable, la "nula gestión" del Gobierno vasco y, por extensión, dudó de la capacidad de Zapatero para liderar la actual situación de crisis económica. Lo hizo en un desayuno informativo, en el día de su cumpleaños (48), que la numerosa claque nacionalista presente aprovechó para felicitarle antes de su intervención.

El máximo responsable del EBB parte del convencimiento de que "sociológicamente" el País Vasco no ha cambiado a pesar de que el PNV ya no gobierna en Euskadi. Sostiene que la actual situación institucional responde a una cuestión de Estado que "ata" a PSE y PP en un acuerdo que, no obstante, prevé "será duradero" y en el que aprecia a los socialistas supeditados a las exigencias de sus socios en este "pacto entre contrarios".

Reclamó respeto institucional a la autonomía de las diputaciones

Fue duro con ETA y pidió que abordar la violencia no divida a los partidos

Dentro de este contexto, Urkullu criticó que el lehendakari López aún no haya dado a conocer su "programa de gobierno". "A mí me recibió con un folio en blanco, han pasado ya los cien días, y así sigue, aunque en el reverso tiene el sello del PP".

Con todo, mantuvo su línea crítica al reclamar "respeto competencial" especialmente al consejero vasco de Economía y Hacienda cuando plantea las posibles modificaciones del IRPF, ya que es una potestad que recae sobre las Juntas Generales de cada territorio. "No sé si los responsables públicos institucionales conocen el entramado institucional y la autonomía de funcionamiento que tienen". Eso sí, dejó claro que el PNV deplora que se juege con la incertidumbre de la sociedad en materia de impuestos.

En su intervención en Bilbao, desarrollada sobre un decálogo de propuestas "propias de un partido con responsabilidad institucional", Urkullu también censuró la nueva línea emprendida por ETB y apenas dedicó unos minutos a la polémica mantenida con Rodolfo Ares sobre las acciones contra los símbolos etarras. Eso sí, enfatizó la nítida postura de su partido contra la violencia, remarcando su conocido "ETA, kanpora" (fuera). Y advirtió de que "no debe ser utilizada como arma arrojadiza y electoral entre los partidos, ni debe ser motivo de división y enfrentamiento".

Sin embargo, la mayor acidez de su discurso quedó reservada al papel que viene desempeñando en estos momentos de crisis Zapatero, a quien, dijo, "ahora es peligroso acercarse". Según Urkullu, "hay una falta de diagnóstico riguroso, de falta de consistencia, de criterio, de saber hacia dónde quiere" en la política del Gobierno central, deficiencias que en un momento llegó a atribuir "a que Zapatero piensa que es el último mandato y es igual lo que suceda en él".

Preguntado sobre el doble papel que podría desempeñar el PNV de mantener ahora su tono crítico en el Parlamento de Vitoria y, en cambio, apoyar los Presupuestos en Madrid, Urkullu, que adelantó su voto favorable a la autodeterminación si fuera vecino de Arenys de Mar, recuperó su oferta de "estabilidad institucional" y precisó que el PNV no está en el cálculo del beneficio partidista".