La turista acusada de ahogar a su bebé dice que se desmayó

Katrien H., la turista belga acusada de ahogar a su bebé recién nacido en un hotel de Santa Susanna, declaró ayer en el juicio que el niño ya no respiraba al nacer y que durante el parto perdió el conocimiento y no pudo hacer nada para salvarle. Tras el parto, entró en estado de shock. Eso explica, según su versión, que envolviera el cadáver de la criatura y ocultara lo sucedido tanto al marido (que desconocía el embarazo) como a los médicos. La mujer, de 35 años, se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de cárcel por homicidio.

El 24 de julio de 2006, la mujer, embarazada ya de 37 semanas, notó contracciones y pidió a su esposo que llevara a los niños a desayunar con la excusa de que no se encontraba bien. Katrien H. llenó la bañera de agua y se preparó para dar a luz sola. Al hacerlo, se arrancó la placenta tirando del cordón umbilical y ahogó al niño en el agua. Después envolvió el feto en toallas y lo tiró todo en una bolsa, siempre según el ministerio público.

En la primera sesión del juicio, la turista belga defendió que estaba embarazada de siete meses y que pensaba contárselo a su marido durante esas vacaciones, que ambos pasaban con sus otros tres hijos. Según su versión, puso al niño recién nacido sobre su pecho y no notó su respiración. Como había perdido mucha sangre, se desmayó. A las preguntas de la fiscalía, no supo explicar por qué no hizo nada ni avisó a nadie. "No sabía lo que hacía", se limitó a declarar.

El marido intentó entrar en la habitación durante tres horas, pero la mujer lo impidió, según la fiscalía. Al ver la gran cantidad de sangre que había en el baño, el hombre avisó al médico -pensaba que su mujer sufría una hemorragia menstrual- y ella no le contó lo ocurrido "porque el bebé ya estaba muerto". La mujer tampoco lo confesó al médico. El servicio de limpieza de las habitaciones halló el cadáver envuelto en una bolsa.