_
_
_
_

EE UU ampliará los derechos de sus 600 prisioneros en Afganistán

Los presos podrán presentar pruebas en su defensa, pero seguirán sin abogado

Yolanda Monge

La Administración Obama comenzará esta semana a poner en práctica un nuevo programa según el cual los más de 600 prisioneros detenidos en la base aérea de Bagram, al norte de Kabul (Afganistán), tendrán ciertos derechos de los que ahora carecen: saber de qué se les acusa, presentar pruebas y testigos para su defensa. No tendrán, sin embargo, acceso a abogados. Se les asignará un militar que representará sus intereses y examinará las pruebas en su contra. Algunos de los detenidos llevan encerrados seis años.

La iniciativa forma parte del esfuerzo del Gabinete demócrata por intentar poner fin a algunas de las políticas y prácticas de detención iniciadas durante la Administración Bush tras el 11-S y que han levantado críticas tanto por parte de organizaciones de derechos humanos como de la comunidad internacional.

Kabul asegura que hubo 30 civiles muertos en el ataque de la OTAN

Según informaban ayer los diarios The New York Times y The Washington Post, citando fuentes oficiales anónimas, a partir de ahora el militar encargado de cada caso en Bagram podrá analizar las pruebas contra cada detenido, incluida la información secreta, y convocar a testigos para una audiencia ante una junta militar, que determinará caso por caso si los encarcelados deben ser puestos en libertad, entregados a las autoridades afganas o mantenidos en custodia estadounidense. En gran medida, el sistema es similar al establecido por Bush -forzado por el Supremo- para estudiar los casos de los detenidos en Guantánamo.

De momento, los cambios efectuados en Bagram son físicos. El Pentágono está cerrando poco a poco la vieja prisión y construyendo un nuevo complejo más moderno y humano. Bagram no es sinónimo de nada bueno para los afganos y supone una fuente constante de fricción entre las fuerzas de la coalición y la población, ya que tras sus muros se ha practicado la tortura. En 2002, dos detenidos morían tras ser apaleados por soldados norteamericanos.

Durante este fin de semana, decenas de milicianos talibanes murieron en un enfrentamiento en el oeste de Afganistán, que incluyó bombardeos aéreos, tras una emboscada organizada por los insurgentes que acabó con la vida de tres soldados estadounidenses.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El enfrentamiento duró varias horas. Según fuentes afganas, unos 50 talibanes habrían muerto en el ataque, que ocurrió en el distrito de Bala Baluk, en la provincia de Farah, al oeste, una región con creciente presencia talibán y que ha sido escenario de fuertes enfrentamientos.

Durante el fin de semana se han registrado ataques en gran parte del país, lo que pone de relieve la extensión de la actividad de los talibanes, confinados al sur y al este en los años posteriores a la invasión realizada por Estados Unidos en 2001 tras los ataques terroristas del 11-S.

La mitad de los muertos en los ataques más recientes correspondió a civiles, que suelen verse atrapados en los enfrentamientos entre los talibanes y las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN. Ayer se conoció que en el ataque aéreo de la OTAN sobre camiones cisterna del 4 de septiembre en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, murieron 30 civiles y 69 talibanes, según anunció el Gobierno afgano.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_