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Un pedazo del Caribe en Ballesta

El centro de Madrid se transforma por un día en una pequeña Habana

En Madrid o en Nueva York, La Habana está en todas partes. La frase, del tema final de la película Habana Blues, nunca fue tan cierta como este sábado en Madrid. Su música, su gastronomía, su arte... Cuba vivió ayer en las calles del triángulo de Ballesta. Lo hizo a través de artistas ilustres venidos desde la isla, como el actor Jorge Perugorría o el fotógrafo Juan Carlos Alom, y también con cubanos instalados en Madrid que, por unas horas, se sintieron en casa de nuevo en el evento organizado por Havana 7 Cultura para "transformar el centro de Madrid en La Habana más alternativa".

La plaza de San Ildefonso, a eso de las doce del mediodía, parecía más una calle adyacente al malecón más famoso. Mientras la santera echa las cartas a todo el que quiera conocer su futuro, Caridad Barcelona vende "el rico maní" que ha hecho ella misma el día anterior. El secreto para que lo que aquí todos conocen como cacahuete quede crujiente es "el fuego muy lento, con una gotita de aceite y un poco de sal". Caridad, cinco años en España, ya vendía maní ("y ron, y caramelos... de todo") en La Habana, así que lo suyo es palabra experta.

'La Guarida' se trajo "hasta el agua y los limones para hacer mojitos de verdad"

Al lado, cuatro amigos echan una partida de dominó frente a un Chevrolet y un Dodge de época. Todo bañado con sones de jazz cubano. Los vecinos de la zona, sorprendidos, claro, se quedan mirando con la boca abierta a las estilizadas cubanas que bailan sobre unos altos tacones o a los jóvenes con gorra que se tiran la pelota de béisbol.

Un poco más abajo, Miguel Daniel Mundi se queja de que "aquí no se conoce ni el 10% de la música cubana". Junto con otros dos compatriotas también residentes en Madrid, toca "boleros, sones, salsa, guaracha... lo que haga falta". Algunos espontáneos no se lo piensan dos veces y dejan las bolsas de la compra en el suelo para bailar.

También Perugorría, padrino del evento, se animó a mover las caderas. "El ritmo caribeño es especial", asumía, "siempre que vengo a Madrid me sorprende la velocidad de la gente, ese estrés continuo que hay aquí". Asentía a su lado el fotógrafo Juan Carlos Alom, que trajo una colección de fotografías urbanas de La Habana para la ocasión "de dos barrios muy eclécticos y animados de la ciudad". Para él la capital cubana "es un caos en continuo movimiento, que te hace moverte". Ambos reivindican la necesidad de promocionar la cultura de su tierra: "Hay mucho más potencial del que se conoce fuera".

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También cruzó el charco hasta Madrid, por primera vez, el equipo completo de La Guarida, un famoso restaurante de la capital cubana que se trajo desde allí "hasta el agua y los limones para hacer mojitos de verdad" y se instaló en un pequeño local de Ballesta. La Guarida es un conocido paladar (pequeños negocios familiares en casas particulares) famoso por la película Fresa y chocolate, que también encumbró a Perugorría y fue la primera cinta cubana nominada al Oscar. Por la tarde, se repuso el filme en el teatro Habana Club, donde también se pudo ver H2O, la última película del realizador Leonardo Pérez. La fiesta continuó por la noche, con los conciertos de Haydée Milanés, hija del famoso cantautor Pablo Milanés, y del grupo Free Hole Negro, autores de la banda sonora de Habana Blues. Aquella que decía que La Habana está en todas partes "porque la llevas contigo sin miedo a desarraigarte".

Una pareja baila al son de una canción cubana, ayer en la plaza de San Ildefonso.
Una pareja baila al son de una canción cubana, ayer en la plaza de San Ildefonso.SAMUEL SÁNCHEZ
SAMUEL SÁNCHEZ

samuel sánchez Una plaza de San Ildefonso con vistas al malecón

Una santera echando las cartas al lado de una vendedora de maní y de un grupo de mulatos jugando al dominó daban la bienvenida a una pequeña Habana en la plaza de San Ildefonso ayer al mediodía. A lo lejos se oían sones cubanos que animaron a bailar a los vecinos más atrevidos. El resto, simplemente miraba con la boca abierta. Las calles del triángulo de Ballesta se convirtieron ayer en un pequeño rincón caribeño, en el que no faltaron la mejor gastronomía cubana de mano de La Guarida y lo último de la cultura de La Habana, con las fotografías de Juan Carlos Alom o el preestreno de H2O. La fiesta, organizada por Havana 7 Cultura, quería "transformar el centro de Madrid en La Habana más alternativa". Todo regado con buen mojito y con ritmo caribeño.

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