Dos bomberos muertos en un gran incendio en Los Ángeles

Las llamas continuaban ayer avanzando en el condado de Los Ángeles (EE UU), donde un incendio incontrolado ha causado la muerte de dos bomberos, arrasado más de 34.000 hectáreas y calcinado decenas de casas.

El fuego originado el miércoles en el Parque Nacional de Los Ángeles, al noreste de la ciudad de Los Ángeles, amenazaba anoche varias localidades, desde Acton hasta Altadena, situadas a lo largo del corredor del valle del Antílope. Más de 12.500 edificaciones seguían en el área de riesgo y 6.600 habían sido ya evacuadas durante la noche del domingo.

El último parte de bomberos señalaba que más casas fueron pasto de las llamas, aunque no se cuantificó su número, que es superior a los 18 inmuebles contabilizados la tarde del domingo.

El incendio costó la vida a dos miembros de los equipos de extinción, que murieron después de que el vehículo en el que viajaban se despeñase. Los fallecidos eran Arnaldo Quiñones, de 35 años, y Tedmund Hall, de 47 años. La tragedia golpeó la moral de los más de 2.500 bomberos que trabajan sobre el terreno apoyados por 12 helicópteros y ocho avionetas cisterna. "Este accidente es trágico", aseguró el jefe del departamento, Mike Bryant.

Cortafuegos

Las altas temperaturas, que está previsto que se mantengan hasta hoy, la pendiente del terreno y la densidad de vegetación en el área, llena de arbustos y maleza durante décadas, han hecho que los equipos de extinción desistiesen de atacar el frente de las llamas y se dedicasen a establecer cortafuegos.

Uno de los puntos críticos era anoche la cima del monte Wilson, donde se hallan numerosos repetidores de comunicaciones que envían señal a todo el condado. Se calcula que el fuego, contenido en un 5%, esté bajo control para última hora de hoy.

El pasado viernes el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró el condado en estado de emergencia, lo que permitió a las autoridades acceder a los fondos especiales creados para situaciones de peligro.

El fuego ha originado una enorme columna de humo que se ha podido ver durante todo el fin de semana desde la ciudad de Los Ángeles, donde los gestores municipales recomendaron evitar las actividades deportivas debido a la mala calidad del aire.