Semáforos de aceituna y calles con amianto

Algunos proyectos del fondo local son de dudosa utilidad en Cataluña. En Tarragona, por ejemplo, el plan ha servido para repintar de tono aceituna los semáforos del centro de la ciudad. El nuevo verde se ha superpuesto al viejo. "Una cosa es generar empleos y la otra trabajos inútiles", protesta Luis Mogán, presidente de una asociación vecinal. También se han podado árboles en pleno julio o retirado carriles de circulación para convertirlos en zona azul.

A punto estuvo el Ayuntamiento de Girona de perder parte de los 3,35 millones que había destinado a la rehabilitación y mejora de calles. Esa partida incluía la reforma del asfalto de la carretera de Barcelona, uno de los principales ejes de la ciudad. Las obras consistían en romper el suelo para quitar varias capas de asfalto, llegar al empedrado que hay todavía debajo del pavimento y cubrir después la carretera debidamente. Pero cuando analizó el asfalto para conocer su composición, encontró amianto. Para no perder el dinero, decidió cubrir los 2,6 kilómetros de la vía afectados con cuatro centímetros más de asfalto. Un parche.

Lo que más se nota en Barcelona son las calles levantdas, algunas zanjas de las cuales suponen la anulación parcial del carril bici implantado hace escasos meses.