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La crisis se prolonga

Corbacho advierte que el paro volverá a subir en los próximos meses

Trabajo revisará los incentivos a la contratación porque son "demasiados"

Manuel V. Gómez

Trabajo lo tiene claro. La mejoría del mercado laboral este verano es temporal. Cuando bajen las temperaturas y el Fondo de Inversión Local quede atrás los malos datos del paro regresarán. Así lo admitió ayer el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, antes de su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

En los últimos tres meses, el paro, llevado por la contratación veraniega y los 8.000 millones que el Gobierno destinó a obras locales, ha mejorado. Una tendencia que "probablemente se verá amortiguada", según las palabras de Corbacho. No obstante, el ministro advirtió de que este empeoramiento entra dentro de los planes que ya tiene el Ejecutivo -es propio de la estacionalidad del modelo económico español- y que está contemplado en su cuadro macroeconómico.

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Ya ante los diputados, el ministro compareció para analizar la situación del diálogo social tras el último fracaso cosechado antes de agosto y la puesta en marcha de la ayuda mensual a parados sin ingresos de 420 euros. En su primera réplica a los grupos de la oposición, especialmente dura con el Partido Popular, Corbacho planteó la posibilidad de revisar los incentivos a la contratación que establece su ministerio. "Tenemos demasiadas bonificaciones en este país y no siempre generan empleo por sí mismas. Es un reto para el Gobierno hacer una reflexión para conseguir el objetivo de crear empleo", sentenció.

El ministro se refiere a la jungla de 90 bonificaciones a la contratación que recoge su departamento y que este año supondrá un gasto de 2.500 millones. Impulsar este debate -que no es nuevo- en un momento en el que el déficit público está disparado y el Ejecutivo busca recursos no es baladí. Por ejemplo, el día anterior y en la misma sala, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó: "Todas, absolutamente todas las figuras tributarias están en revisión". Fue un aviso a navegantes; una forma de preparar el terreno para una subida de impuestos.

No obstante, desde Trabajo advierten que la intención de Corbacho es sólo la de lanzar un debate sobre la "normalización y ordenación" de unas ayudas a la contratación de las que ahora prácticamente se pueden beneficiar todos los colectivos excepto los hombres entre 30 y 45 años.

La comparecencia de Corbacho en el Congreso tenía dos motivos: dar cuenta de la evolución del diálogo social tras el fracaso cosechado en julio y exponer el decreto de ayudas a parados sin ingresos. De lo primero, el ministro volvió a señalar la culpa en exclusiva de la patronal por la falta de acuerdo. Ha sido el argumento del Gobierno desde el primer día. Zapatero incluso lo personalizó en el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.

Sobre las ayudas a parados, de las que ya se han reconocido 5.000 desde su entrada en vigor, Corbacho afirmó que el objetivo del Gobierno es modificar el decreto de aprobación de las ayudas tras el diálogo con sindicatos y lograr el "máximo consenso" con los grupos parlamentarios.

Falta le hará ese consenso, o mejor ampliar el apoyo, al Gobierno para lograr la convalidación del decreto -que Corbacho espera para la primera quincena de septiembre- por lo visto ayer en el congreso.

Prácticamente todos los grupos que se expresaron (PP, CiU, PNV, ERC, IU y Nafarroa Bai) criticaron la medida con dureza y descartaron dar su visto bueno a la convalidación del decreto en sus términos actuales. Por ejemplo, IU y ERC advirtieron con claridad que para dar su voto positivo la fecha de entrada en vigor, el 1 de agosto (la medida sólo se aplica a los parados que hayan perdido la protección a partir de esa fecha), tiene que ser anterior. "A partir del 1 de enero empezamos a hablar", aclaró Gaspar Llamazares, de IU.

Celestino Corbacho se sirve un café antes de comenzar su comparecencia parlamentaria.
Celestino Corbacho se sirve un café antes de comenzar su comparecencia parlamentaria.ÁLVARO GARCÍA

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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