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General Motors se plantea renunciar a vender Opel a cambio de ayudas públicas

La venta de Opel sigue estancada, pese a la reunión de ayer en Berlín entre el Gobierno alemán y el negociador de General Motors (GM), John Smith. Smith no desmintió que la matriz GM se haya planteado conservar Opel, como aseguran varios medios alemanes, mientras que fuentes gubernamentales aseguraban ayer que los norteamericanos siguen interesados en "encontrar un inversor" para la automotriz alemana.

Un plan alternativo de GM contemplaría, según diversos medios, la obtención de 3.000 millones de euros de los Gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y España para evitar la venta. Hay visos de que la negociación podría prolongarse hasta las elecciones generales alemanas, que se celebrarán el 27 de septiembre.

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El principal jugador, la matriz norteamericana GM, ha vuelto a barajar las cartas de la partida por Opel, pese a las fuertes presiones del Ejecutivo de Angela Merkel. Tanto la democristiana como sus socios de Gobierno socialdemócratas quieren que el consorcio austriaco-canadiense Magna se haga con el veterano fabricante alemán. Para llevarse Opel, Magna cuenta con el apoyo del banco ruso Sberbank y la automotriz Gaz, también rusa. Al gigante de Detroit, que hasta 2008 era el mayor consorcio automovilístico del mundo, no le interesa dejar en manos de la competencia el importante centro de desarrollo en Rüsselheim.

Prefiere GM al inversor belga RHJ International, que podría sanear Opel y revendérselo a los norteamericanos en el futuro. Según la agencia de noticias alemana DPA, John Smith está "sorprendido" de la vehemencia con la que el Gobierno alemán favorece las pretensiones de Magna. Smith se reunirá hoy con representantes de Magna.

Para el Gobierno alemán, el fracaso de sus gestiones supone una afrenta pública. Tanto Merkel como el ministro de Exteriores y candidato socialdemócrata a las elecciones, Frank-Walter Steinmeier, han hecho de la venta de Opelun asunto clave antes de las elecciones.

Los sindicatos alemanes amenazan con protestas si no se llega a un acuerdo de venta. Pero los expertos creen que, como contrapartida a conservar Opel con ayudas públicas, GM echaría a menos empleados que los otros inversores en liza.

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