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Alcaldes y payeses del Empordà se alzan contra la ampliación de los Aiguamolls

Las Generalitat pretende duplicar la superficie protegida y limitar los usos agrícolas

Una de las visitas obligadas de todos los alumnos de la provincia de Girona es conocer las cigüeñas que se pasean por el parque natural de los Aiguamolls de l'Empordà, el segundo humedal más grande de Cataluña tras el delta del Ebro. "Acuden 20.000 niños cada año, pero no existe un turismo de calidad", desliza Enric Costa, portavoz de la recién constituida Asociación de Propietarios y Payeses. La entidad, que ya cuenta con 318 miembros, se opone frontalmente a las intenciones de la Generalitat de duplicar la superficie protegida del parque (de las 4.868 hectáreas actuales a 9.828) y limitar los usos agrícolas en la zona ya protegida.

El contundente rechazo de los agricultores y los 16 municipios afectados al plan especial del Departamento de Medio Ambiente, que dirige el ecosocialista Francesc Baltasar, ha hecho que la Generalitat se haya mostrado dispuesta a replantearse la propuesta. El próximo miércoles presentará una nueva alternativa que modifica algunas de las zonas inicialmente previstas, según confirmó un portavoz del área, aunque no está claro que la Generalitat acceda a renunciar a la ampliación de los Aiguamolls.

Medio Ambiente presentará esta semana una nueva propuesta

Hasta ahora los agricultores trabajan sus tierras dentro del parque natural y en su entorno sin demasiadas restricciones. Pueden introducir nuevas variedades de cultivo, vender las parcelas, poner redes para proteger los frutos de las aves... Pero con el Plan Especial, eso se acabó. La medida divide el parque natural en áreas y determina cuáles son los usos permitidos en cada una de ellas, en función de su protección. La asociación calcula que la regulación perjudicará a unos 1.000 payeses que trabajan tanto en los Aiguamolls como en los alrededores, hasta llegar al futuro parque de Montgrí.

"Limitarán los cultivos. Además, nos podrán pegas a ciertas cosas, como el uso de mallas en las frutas dulces porque se pueden quedar enganchados los pájaros. Tampoco podremos vender nuestras fincas cuando queramos y la Generalitat se guarda el derecho de expropiarnos al precio que ellos marquen", se queja Costa.

El documento de Medio Ambiente divide el parque en ocho zonas, de mayor a menor protección. En la primera está prohibido cazar, pescar y cualquier actividad deportiva. Incluye las tres reservas naturales del parque, los Estanys, las Llaunes y la isla de Caramany, en el río Fluvià. Sólo se permite el cultivo "tradicional", y siempre que no suponga un peligro para el hábitat.

"Pero no especifica cuál es ese cultivo tradicional. En 200 páginas de proyecto no queda claro", lamenta el portavoz de la asociación. Un responsable de Medio Ambiente explica que se refiere a las frutas y verduras que siempre se han cultivado en la zona y que no suponen una agresión al entorno. Para Costa eso deja poco margen de actuación: maíz, fruta dulce y hortalizas.La zona costera -que en el proyecto consta como la número dos- prohíbe por completo la agricultura, la ganadería y la pesca. La tercera área permite estas actividades, pero sólo fuera de los humedales y de nuevo, restringiendo los usos a los tradicionales. Sin duda, la cuarta es la zona estrella para los agricultores porque permite todo tipo de cultivos. Eso sí, con cierta mesura. El plan del Departamento de Medio Ambiente pide que se reduzcan el uso de productos químicos y se ahorre agua. Además, el proyecto establece las zonas de acampada en el área cinco y las marinas en la siete y ocho.

El punto más polémico de este plan es el sexto. Se define como "zona periférica de protección y conexión". Incluye los "conectores biológicos" con el parque natural del Cap de Creus y unas zonas "cojín" entre los Aiguamolls y las áreas urbanas para que no suponga un choque directo entre ambas y el parque no quede aislado, según un portavoz de Medio Ambiente.

En este perímetro, que corresponde al grueso de la ampliación, se limita también el cultivo y el suelo se blinda como no urbanizable.

Agricultores y ayuntamientos han expresado su rechazo frontal a los conectores y a la protección de los terrenos periféricos. A pesar de ello, el director territorial de Medio Ambiente en Girona, Emili Santos, ya anunció que los "corredores biológicos" entre el futuro parque de Montgrí, el cabo de Creus y los Aiguamolls son irrenunciables.

"Somos municipios con una fuerte tradición agraria y cada vez se limita más la actividad", se lamenta el alcalde de Sant Pere Pescador, el independiente Jordi Martí. Con el plan especial que les han presentado, el municipio que gobierna pasaría de tener el 33% de su suelo protegido al 79%. Y se queja de que el parque hasta ahora ha estado mal gestionado, con falta de presupuesto. "Más que ampliarlo, hacen falta inversiones que sean compatibles con la actividad agraria y partidas presupuestarias para limpiar las playas y los márgenes de los ríos", reclama.

Los 16 municipios reacios al plan especial de protección han encontrado, además, el apoyo del Consejo Comarcal del Alt Empordà, que se sumó al manifiesto en contra de la ampliación. "Lo importante es un plan que regule lo que es ahora el parque natural porque no funciona. No hay indemnizaciones para los payeses, a pesar de que algunos animales destrozan las cosechas", coincide con Martí el alcalde de Castelló d'Empúries, el republicano Sevi Güell. La localidad bate el récord de suelo protegido. Ahora tiene el 65,5% afectado. Con el nuevo Plan Especial esta cifra se elevaría hasta el 84,3%.

Medio Ambiente pide calma y recuerda que por ahora no hay nada cerrado. "Todo esto son propuestas, no hay un proyecto definitivo", repite un portavoz. Y asegura que el Departamento buscará el consenso con el territorio. Costa reconoce que los agricultores se han reunido al menos 14 veces con el director territorial de Medio Ambiente en Girona, Emili Santos. El próximo encuentro está previsto para esta semana, aunque la asociación no está invitada y es sólo para los ayuntamientos afectados por el proyecto. El Departamento presentará entonces sus nuevas propuestas para el plan especial.

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