_
_
_
_
cocina para impostores

Salmorejillones

En verano ves a las ensaladas tan campestres y refrescantes que dan ganas de descalzarte y andar sobre ellas. Te cortas porque luego a los invitados, que son muy suyos, igual les da un poco de asco. O por los niños, que te ven en la cocina andando sobre la lechuga y les sale un trauma de esos modernos que hay ahora. Y no es plan. Para evitar tentaciones que compliquen vuestra vida social y familiar, os propongo un entrante alternativo que apareció en mi vida de forma totalmente casual. Tenía yo unos mejillones rebozados, que me habían nacido solterones ellos y se me estaban quedando para vestir santos. Una lástima, con lo guapos que eran y no me encontraban pareja. Pero hete aquí que, como en los cuentos, iba yo un día por el súper y voy y veo un salmorejo precocinado y lo compro, y lo pruebo, y descubro que sin ser nada del otro mundo, tenía muchas posibilidades. ¿Y si lo apareo con mis mejillones?, me dije yo a mí mismo poseído de ese loco afán de los científicos genéticos. Pueden ser una pareja muy bien avenida, me insistí, pero poseído ahora de ese loco afán casamentero de las abuelas. Y los presenté, y el del salmorejo y los mejillones fue un amor a primera vista. Antes hubiera sido un escándalo y los hubieran metido en la cárcel o algo de eso, por ser del mismo sexo. Ahora, afortunadamente, pueden casarse y vivir felices. De hecho, están pensando en adoptar una alcachofa. Qué bonito.

Ingredientes

  • Una tarrina de salmorejo Alvalle
  • Rebocina Royal (preparado instantáneo para rebozar)
  • Una lata de mejillones al natural (yo he usado unos en salmuera magníficos, de marca AMC -Asociación Mejillones de Cabo Cruz-, de Pontevedra, que vienen en un envase redondo de plástico y que se encuentran en la zona de refrigerados)
  • Unos taquitos de jamón
  • aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Un huevo duro

Instrucciones

1.

Agitamos bien el envase de salmorejo y lo extendemos en un plato llano. 

2.

Por otro lado, ponemos un par de cucharadas de Rebocina Royal y las mezclamos con el caldo de los mejillones (o agua), siguiendo las instrucciones del paquete. 

3.

Rebozamos los mejillones, los freímos y los dejamos en un papel absorbente. Ya sólo queda colocarlos en el centro del plato, sobre el salmorejo, ponerles un poco de sal y adornar con huevo duro picado y unos taquitos pequeños de jamón. 

4.

Un hilillo de nuestro mejor aceite acabará de completar el engaño, para pasmo y deleite de nuestros incautos invitados.


Salmorejillones.
Salmorejillones.F. C.

http://cocinaparaimpostores.blogspot.com

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_