López promete que no parará "hasta desterrar" a los violentos de Euskadi

El mensaje más contundente del lehendakari socialista Patxi López contra ETA y su entorno llegó durante la conmemoración de sus cien primeros días de Gobierno. En plena batalla contra la izquierda abertzale para evitar que se manifieste por las calles de Euskadi durante las fiestas de las tres capitales, y en medio de una dura operación para retirar las pintadas, fotografías de presos de la banda y carteles con apología del terrorismo de todos los rincones, López advirtió a ese mundo que su gobierno no va a parar hasta "desterrar", a los violentos y a quienes hagan "propaganda del terror".

López eligió los jardines de su nueva residencia, el Palacio de Ajuria Enea, y una corbata roja para explicar que los pilares sobre los que se sustenta el cambio que representa su Gabinete son la "lucha contra ETA, asentar la paz y la libertad en Euskadi, y enfrentarse a la crisis económica para preparar el futuro". Unos carrilles que ETA ya intentó volar el 19 de junio, apenas un mes después de su investidura en Gernika, el 5 de mayo, con el asesinato a Arrigorriaga (Vizcaya) del inspector de policía Eduardo Puelles. Y después, el 30 de julio, asesinó a dos agentes más en Palmanova (Mallorca). "Tres lágrimas negras que han empañado estos cien días", se lamentó López, para a renglón seguido recordar: "Eran tres de los nuestros".

El 'lehendakari' cree que la banda cuenta con muy poco respaldo

A partir de ahí hizo un llamamiento a la sociedad vasca y en especial a los partidos políticos para reconquistar la libertad. En una crítica al comportamiento de anteriores gobiernos nacionalistas frente al entorno de ETA, dejó muy claro que a partir de ahora "la lucha contra ETA obliga a terminar con los comportamientos ambiguos".

Convencido de que el respaldo social a la banda es el menor de su historia, el lehendakari López exigió a la izquierda abertzale que rechace la violencia y se separe de ETA de manera clara, porque, en caso contrario, no va a poder presentarse a las elecciones. "Mientras sigan siendo títeres de la estrategia de la violencia, no podrán hacer política en este país", advirtió. El pasado lunes se hicieron públicos unos documentos intervenidos el pasado abril en París al responsable de falsificaciones y número dos del aparato logístico de ETA, Ekaitz Sirvent, en los que la banda diseñaba todo un plan para que la izquierda abertzale liderara una coalición de nacionalistas, a través, incluso, de rechazar la violencia como una vía para ganar credibilidad.

El tono de López -que después de 10 años ha reinstaurado el diálogo social, ha colocado a un periodista independiente en la televisión pública y a un profesional al frente de la Ertzaintza- cambió sustancialmente cuando dejó de hablar de los violentos. Incluso restó importancia a las críticas del PNV, que no cree en el cambio que predica López, y que además le reprocha que haya roto todos los puentes de comunicación. Según dijo, es hora de hablar y de comprobar hasta dónde llega la oferta de estabilidad presupuestaria que ha lanzado el PNV para el Congreso de los Diputados y para el Parlamento vasco.

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