Uno de cada cuatro desempleados lleva al menos un año sin encontrar trabajo

Algo más de un millón de personas en España llevan un año o más en paro. La espiral de destrucción de empleo en que ha entrado la economía desde que comenzó la crisis, y que vivió su apogeo a finales del año pasado y comienzos de éste, ha duplicado su número en el último año. Los parados de larga duración (los que llevan un año o más sin empleo) suponen un 26,3% del total, según la encuesta de población activa del segundo trimestre.

La evolución es, en cierto modo, lógica. Si no se genera empleo resulta difícil que los parados lo encuentren. Y conforme pasa el tiempo, quienes perdieron antes su empleo pasan a engrosar esta cifra. "Este resultado es fruto de la escasa rotación que existe en el mercado laboral", explican Analistas Financieros Internacionales y Agett, la patronal de las empresas de trabajo temporal, en su último informe sobre el mercado laboral.

Lo peor de esa estadística es que la teoría dicta que quienes más tiempo pasan en paro tienen más difícil encontrar empleo posteriormente. De hecho, éste es uno de los criterios que utiliza el Ministerio de Trabajo en sus estadísticas para distinguir a los parados entre quienes tienen más o menos fácil encontrar empleo, lo que la terminología oficial llama ocupabilidad.

El número de parados de larga duración comenzó a crecer hace casi un par de años. Pero fue precisamente a partir del último trimestre del año pasado, con la llegada al mercado laboral de la peor fase de la crisis, cuando el porcentaje de parados de larga duración ganó peso.

La crisis ha cambiado el perfil de este tipo de desocupados. Antes, lo habitual era que predominaran quienes están sin trabajo dos años o más. Este tipo de personas son quienes se encuentran más cerca del llamado paro estructural, que cataloga a quienes tienen más difícil reintegrarse de nuevo en el mercado laboral. Cuando comenzó la crisis, el perfil del parado de larga duración se invirtió.