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La escuela que no quiere mudarse

Maestros y padres del CEIP Baixeras piden quedarse en el centro diseñado por el arquitecto 'noucentista' Josep Goday

La suya es una reivindicación extraña. Lo admite Belén Navarrete, presidenta de la Asociación de Madres y Padres del Colegio de Primaria Baixeras, en plena Via Laietana barcelonesa. Son habituales los casos en que padres y maestros piden mudarse a un edificio más moderno. Ellos reclaman lo contrario: quedarse en el que ocupa la escuela desde que se inauguró, en 1922. Ante esta reclamación, el Consistorio señala que la decisión del traslado "no es definitiva" y que en septiembre decidirá qué hacer.

Una mudanza quería Navarrete cuando su hijo ingresó, en 2000, en una escuela entonces decrépita. Luego la repintaron "y fue como si entrase luz". "Te das cuenta de dónde estás", rememora la madre. Y no es un lugar cualquiera: el Baixeras fue el primero de los grupos escolares que abrió, en la época de la Mancomunidad y la Segunda República, el Ayuntamiento de Barcelona. Hasta 1934 se crearon 24 más con el objetivo de "desterrar la escuela arcaica", según explican los diarios de la época. Siete de ellos los diseñó Josep Goday. Se trata del principal legado del que fue uno de los arquitectos señeros del noucentisme, y desde hace tres años el Departamento de Educación y el Consistorio destinan 20 millones de euros para rehabilitarlos.

El Baixeras comparte con el resto de estos edificios sus esgrafiados y sus cuidados interiores, modélicos para la época: aulas de 62 metros para 40 alumnos, terrados habilitados para recreo, calefacción, ventilación, duchas y dispensario médico, según las referencias de entonces. Pero se diferencia del resto porque, mientras que los otros pudieron construirse en solares por urbanizar, éste tuvo que adaptarse a las calles angostas en las que se emplazó.

El centro "se construyó expresamente en la Via Laietana porque quería mostrarse la importancia de la educación en el corazón de la ciudad", subrayan los maestros, padres y ex alumnos en su manifiesto Salvem el Baixeras. Y como creen que esta herencia debe mantenerse viva, se oponen al traslado de esta escuela primaria y la infantil de la calle de Ataülf al edificio que se empezó a construir en la calle de Rull el mes pasado. El plan era llevar allí la escuela y mantener el uso educativo del viejo edificio, por ejemplo como escuela de música. Pero el Consistorio apunta ahora que "estudia" cambiar los planes.

Legado 'noucentista'

Bauhaus alemana y noucentisme catalán, Mies van der Rohe y Josep Goday, Weimar y Barcelona, podrían dialogar en el recinto de la exposición de 1929: en el otro extremo de la plaza donde se reconstruyó el mundialmente célebre edificio del alemán se erige el pabellón que la ciudad encargó a su arquitecto municipal y autor de varios grupos escolares, Goday, para recibir durante la exposición al rey Alfonso XIII y al dictador Miguel Primo de Rivera. Entre los dos, sin embargo, se interpone la nave Z-6, de la Fira de Barcelona, donde antes desfilaban las modelos por la pasarela Gaudí y que esconde el edificio de Goday, hoy sede de la Guardia Urbana.

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