Pena de 17 años por un asesinato durante un ritual de santería
Un ritual de santería que termina en asesinato. Un triángulo amoroso que acaba con la muerte de uno de los amantes. Un cadáver y dos encarcelados. La Audiencia de Barcelona condenó ayer a 17 años de prisión al santero Carlos Oswaldo Bello Núñez, de origen cubano, y al marinero Marcos Antonio Carrillo López por el asesinato con alevosía del joven Francisco Javier Galera Moreno en Pineda de Mar (Maresme), cometido entre el 14 y el 16 de mayo de 2006.
El cuerpo sin vida de Galera Moreno, de 29 años, fue encontrado por los Mossos d'Esquadra el 20 de mayo en Changó, un negocio de santería propiedad de Bello Núñez, en Pineda de Mar. Aunque estaba escondido entre trastos, la autopsia reveló que había sido golpeado en la cabeza con un objeto contundente, rugoso y de gran peso mientras se encontraba tendido en el suelo, boca abajo. Las manchas de sangre llevaron después a una estatua de piedra con forma de loro o cacatúa, de más de 15 kilos.
La víctima acudió al local esotérico tras una ruptura amorosa
En el juicio, los acusados se incriminaron mutuamente del asesinato, pero el tribunal determinó que ambos participaron en el delito porque, según explica la sentencia, "el elevado peso del objeto precisa del esfuerzo conjunto no solamente para cogerlo y, sobre todo, para alzarlo sino también para precipitarlo".
Bello Núñez, de 49 años, mantuvo una relación afectiva con Carrillo López, de 32 años e hijo de la dueña del local donde funcionaba Changó, con quien el santero tenía relaciones sexuales esporádicas. Los dos hombres convivían en el espacio de 30 metros cuadrados.
El fallecido apareció en la escena como cliente, pues llegó allí buscando ayudas esotéricas tras la ruptura sentimental con su novia. Sin embargo, también mantuvo relaciones con el dueño del negocio. Los tres llegaron a convivir en el mismo espacio.
Los tres salieron a comer el 14 de mayo a un restaurante y volvieron a Changó. Allí el santero convenció a Galera Moreno de someterse a un ritual esotérico. Una vez la víctima estaba tumbada, boca abajo, con la frente contra el suelo y los brazos abiertos, ambos condenados le arrojaron la estatua del loro. El joven murió de manera inmediata debido a las fracturas en el cráneo.
Las autoridades fueron alertadas de la desaparición de Galera Moreno por su padre, después haber perdido contacto por cuatro días.
En la sentencia también se condena a ambos procesados al pago de 200.000 euros de indemnización para los padres de la víctima, así como a otros 50.000 euros para la hermana. Una vez fuera de prisión y durante cinco años, los dos culpables no podrán aproximarse a la familia a una distancia inferior a 1.000 metros.
El tribunal también llamó la atención sobre la "insólita pasividad" de la actuación del grupo de Mossos que acudió al local en un primer momento. Según el padre de la víctima, los Mossos ignoraron el hecho de que la madre de Carrillo López saliera del local con varias prendas manchadas de sangre.
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