El verde da bien en pantalla
Los documentales medioambientales están de moda. Títulos como Tierra y Home compiten con el cine de Hollywood en las listas de los DVD más vendidos.
No falla. Para quedar como un rey ante los amigos o en cualquier evento social, aclárese la voz y anuncie con porte solemne: "Mi programa favorito de la tele son los documentales de La 2". El comentario se ha generalizado tanto que bordea los límites del mito urbano, pero en alguna ocasión se acerca a la realidad. La programación de sobremesa en la segunda cadena no hace sombra a la final de la Champions o las teleseries más trepidantes, pero cuenta con una base de incondicionales más sólida de lo que muchos imaginarían.
A título de ejemplo, en la semana del 18 al 24 de mayo, las cinco entregas de Grandes documentales oscilaron entre los 764.000 y los 851.000 telespectadores, con una audiencia casi siempre en torno al 8%. Es decir, el doble de la media que acredita el canal a fin de mes. Sólo el incombustible Saber y ganar, el concurso de sabiondos que conduce Jordi Hurtado, mejora estos resultados.
Las producciones tienen cada vez mayor calidad cinematográfica y técnica
Todos los datos apuntan a que esa minoría de espectadores se multiplica por momentos. Tierra, el espectacular largometraje sobre nuestro planeta de la BBC, ocupó varias semanas el primer puesto en las listas de ventas nacionales de la Fnac en formato Blu-ray (alta resolución). El año pasado también gozó de gran predicamento en las pantallas grandes The eleventh hour (en castellano, La hora de la verdad), una película sobre el cambio climático producida por Leonardo DiCaprio que en agosto emite Canal +. Esta misma cadena emite en julio y agosto Pacífico Sur, una gran producción que descubre las formas de vida de ese rincón del planeta. Y el pasado 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, vio la luz en más de 70 países -simultáneamente en cines, televisión e Internet- otro título llamado a conmocionar a los amantes de los audiovisuales en verde: Home.
Producida por el cineasta Luc Besson, dirigida por el fotógrafo Yann Arthus-Bertrand y con la narración en castellano de Juan Echanove, Home es una virguería rodada durante más de un año y medio desde el aire. "El mensaje consiste en llevar la ecología al corazón de las conciencias", resume el director, que ha dispuesto de un inusitado presupuesto de 12 millones. "Va a ser un éxito enorme en ventas", pronostica Miguel Macipe, director de Cine y Música de la Fnac, la cadena de tiendas que ofrece en exclusiva la película a precio de coste. A su juicio, estos títulos "conjugan una belleza plástica de enorme impacto entre los aficionados a la alta definición y un gran interés temático como cine documental de denuncia".
El gran punto de inflexión fue el estreno de Una verdad incómoda (2006), la cinta de Al Gore sobre los devastadores efectos del cambio climático. Aquel filme supo colocar la preocupación por el planeta en el centro del debate público. "De pronto", reflexiona Macipe, "mientras Bush hacía oídos sordos al Protocolo de Kyoto, un hombre que pudo ser presidente de Estados Unidos graba una película medioambiental. En los años noventa habíamos visto títulos tan interesantes como Baraka (El último paraíso) o la serie de la BBC El planeta azul, pero lo de Gore supuso una conmoción ideológica".
Coincide con el diagnóstico Íñigo Trojaola, editor jefe de documentales en Canal +, que adquirió los derechos de Una verdad incómoda. "Consiguió acercar a la opinión pública el debate sobre la sostenibilidad. La divulgación de historia natural siempre ha sido uno de los aspectos que más valoran nuestros abonados", revela, "pero ese interés se ha acentuado ahora. Por dos motivos: las producciones cada vez mejores y que figuran entre los ingredientes principales del HD, nuestros nuevos canales de alta definición".
Trojaola recorre festivales a la caza del mejor cine documental y corrobora la tendencia. "Proliferan las citas de cine ecológico o, como mínimo, las secciones verdes. Hace unos años habría sido difícil de imaginar en Finlandia una producción de la calidad de Un año sin petróleo, otro de los éxitos recientes de Canal +".
España no constituye una excepción en este panorama general, aunque da la sensación de que el compromiso de las instituciones públicas aún es un tanto timorato. El Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias, en el tinerfeño Puerto de la Cruz, era una institución con 14 ediciones a sus espaldas, que ha renacido el pasado mes de mayo tras un largo periodo de hibernación. La última cinta del asturiano José Antonio Quirós, Cenizas del cielo, y The great squeeze (Christophe Fauchere) se llevaron los principales galardones en ficción y documental, respectivamente. A esta oleada cinematográfica verde se ha sumado también el Ayuntamiento de Madrid con Emisión cero, una "semana internacional de cine y debates para una vida sostenible". El importe de las entradas se destinaba en su integridad a la plantación de árboles. Con todo, la posibilidad de que en España se fragüe una superproducción de este tipo aún parece más bien remota.
De esa opinión es José Luis López-Linares, uno de los documentalistas más reputados del cine español. Autor de Un instante en la vida ajena, Goya a la mejor película documental de 2003, este realizador aún no ha podido sacar adelante un proyecto medioambiental que acaricia desde principios de la década. Lleva por título Of trees and men (De árboles y hombres) y pretende ahondar en la vida de los bosques y denunciar la tragedia de la deforestación. "Disponíamos del respaldo de una importante compañía eléctrica. A última hora pensaron que el coste era excesivo".
El documentalista madrileño cree que, en producción nacional, nada ha superado aún las míticas grabaciones de El hombre y la tierra, de Félix Rodríguez de la Fuente. Macipe confirma que la edición en DVD de aquellos episodios aún se vende con regularidad, 29 años después del fallecimiento de su creador.
La próxima gran producción en este género promete ser Oceans, el documental con mayor presupuesto de la historia: 50 millones de euros y cuatro años de rodaje subacuático. Llegará a la pantalla grande estas próximas navidades a cargo de los mismos autores de otras dos importantes cintas ecológicas, Microcosmos y Nómadas del viento. Es de capital francés en un 90%, pero nos queda el consuelo de que el 10% restante pertenece a una productora española, Notro Films. No da para lanzar las campanas al vuelo, pero algo es algo.
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