El PP anuncia que cambiará la financiación cuando gobierne
La falta de cifras oficiales dispara las acusaciones de agravio
La dirección del PP forzó en la noche del miércoles la abstención de las comunidades que gobierna en la votación del nuevo sistema de financiación autonómica, pese al abierto rechazo de Madrid, Comunidad Valenciana y Murcia. El coordinador de Economía de los populares, Cristóbal Montoro, no dejó pasar ni una docena de horas para aclarar que la decisión fue táctica, no conciliadora. "Cuando lleguemos al Gobierno, anunciaremos un nuevo modelo, con nuevas premisas de prosperidad", afirmó en unas jornadas del partido en Almería.
Para justificar esta decisión, Montoro sostuvo que el sistema impulsado por el Gobierno socialista "generará enfrentamientos", "discrimina a los españoles según su residencia" y "responde al chantaje de un partido político", en velada alusión a ERC. La resaca del nuevo acuerdo de financiación, cerrado tras año y medio de negociaciones, fue amarga. La decisión del Gobierno de no publicar datos oficiales dio aire a todo tipo de reproches cruzados por supuestos agravios comparativos.
"El nuevo modelo responde al chantaje político", dice Montoro
Extremadura, Galicia Asturias y Castilla y León pugnan por más dinero
- La cólera de Aguirre. "Elena Salgado me vino a decir que si bajaba la recaudación era para todo el mundo. Pero yo le decía que en Madrid, aunque baje la recaudación, Madrid recaudará lo suficiente. Lo que no puede Madrid es financiar antes a la caja común de Extremadura y Andalucía que a nosotros mismos. ¿Qué hago? ¿Cierro los hospitales?". La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, mostró sin ambages su oposición al nuevo sistema en una entrevista con Punto Radio. Y, por si había dudas, dejó claro que acata pero no comparte la orden dada por la dirección del PP para abstenerse en la votación del miércoles.
- Fobias como champiñones. Abrió fuego el consejero de Interior de la Generalitat, Joan Saura, que acusó al PP de azuzar "una campaña anticatalana". Los populares devolvieron el golpe, con matices. "El nuevo sistema no es resultado de la negociación, sino de una imposición en beneficio, no de Cataluña, sino del Gobierno de Cataluña", afirmó la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá (PP).
"Se parapetan en la crítica fácil", replicó Joan Herrera, diputado de ICV. "La gente está harta de una política que se basa en la descalificación de una sociedad, en este caso la sociedad catalana", clamó el diputado de CiU Carles Campuzano. El vicepresidente de Madrid, Ignacio González, le dio la vuelta al debate: "El que tiene madrileñofobia es el señor Zapatero, porque además de recortarnos los recursos en el modelo de financiación lleva cinco años sin invertir en Madrid". Y el vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves, barrió para casa: "Aguirre está fomentando la catalanofobia y la andalucifobia".
- Sin desmayo en el noroeste. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, negó el miércoles que hubiera margen para aumentar el dinero que aporta el Estado, pero las comunidades del frente noroeste, que temen perder peso en el sistema cuando la recaudación fiscal se recupere, insisten. Galicia aseguró que había logrado 64 millones y también el primer desmentido del Ministerio de Economía. Asturias dice que arrancó seis millones más y Economía volvió a salir al quite. Extremadura y Castilla y León recalcaron que hasta el rabo (las comisiones bilaterales), todo es toro.
- Cataluña llega a 4.000. ERC se anotó el mérito de elevar la cantidad total que recibirá Cataluña a 3.880 millones en 2012. Una reivindicación que el consejero de Economía (PSC), Antoni Castells, tachó de "criaturada". Con muchos más datos, Castells publicó ayer su estimación de cuanto dará el nuevo modelo a Cataluña, que puede llegar a 4.000 millones: unos 2.860 millones corresponderían al reparto de los 11.000 millones adicionales (ver gráfico) que pone el Gobierno. El resto, a la subida de impuestos especiales y competencias específicas.
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