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La Unió paga su separación de COAG

La Unió de Llauradors i Ramaders, el gran sindicato agrario valenciano, no participó ayer en la asamblea general de Intercitrus. No es que La Unió hubiese abandonado la interprofesional por sus reiterados desencuentros, sino que tras romper el año pasado con COAG (la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de ámbito estatal), la organización se ha quedado sin representación. Su secretario general, Josep Botella, afirmó ayer que como consecuencia de ello el 50% de los agricultores valencianos se ha quedado sin voz en la interprofesional. Una situación insólita, añadió, en la que están de acuerdo el Gobierno, la Generalitat y el resto de organizaciones agrarias.

Para entender cómo han podido ponerse todos de acuerdo hay que recordar que la Unió abandonó COAG tras un conflicto interno a gran escala en el seno de la coordinadora, y ante lo que consideró una posición sumisa frente al Ejecutivo del sector que tomó el control. La Unió se sumó entonces a la Unión, una nueva organización estatal que agrupa a sindicatos de Cataluña, Castilla-León, Extremadura y otras autonomías.

La situación, señaló Botella, no tiene mucho sentido: "Si Intercitrus aprobara algo en lo que la Unió no estuviera de acuerdo, dado nuestro peso no se podría aplicar".

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