El PP considera incompatible con el "cambio" que el PSE siga sosteniendo en Álava al PNV

EL PP no pudo evitar mostrar ayer su contrariedad por la decisión de los socialistas de no secundar, por el momento, la moción de censura que propugnan los populares para echar de la Diputación de Álava al PNV. Sin embargo, su reacción fue aparentemente contenida y se limitó a pedir al PSE que "reflexione" sobre su decisión, haciéndole ver que el mantenimiento de su colaboración en el Ayuntamiento de Vitoria y en el Gobierno foral con los peneuvistas es "incompatible" con el cambio que representa un Ejecutivo no nacionalista en Euskadi.

El presidente del PP, Antonio Basagoiti, evitó cuestionar el pacto de apoyo al Gobierno de Patxi López, en una entrevista en Radio Nacional. Por el contrario, afirmó que están "muy orgullosos" de mantener su respaldo y no se desdice "ni una palabra" de lo firmado. Sin embargo, advirtió que quien puede poner en riesgo en Euskadi es "quien no tiene claro que el cambio también tiene que llegar" a Álava.

En la reunión del PSE participaron López, Ares y los dirigentes alaveses

El PSE decidió el jueves no apoyar "por ahora" una moción de censura contra el gobierno de la Diputación del PNV, al considerar que "no concurren las condiciones necesarias". La reunión de los socialistas se prolongó hasta la madrugada y en ella participaron los pesos pesados de la ejecutiva de Euskadi y los dirigentes alaveses: Patxi López, Rodolfo Ares, Txarli Prieto, Ramón Jáuregui, y Javier Rojo, entre otros.

Basagoiti afirmó haber recibido con "normalidad" la noticia, porque conoce "cómo está la situación política vasca" y los ccondicionantes que tiene el PSE. Pero consideró que los socialistas "se equivocan" en este asunto, y anunció que su partido seguirá intentando que el cambio "llegue cuanto antes" también en el territorio alavés. No obstante, evitó poner plazos, al contrario que su partido había hecho ahora -el actual periodo de sesiones de las Juntas Generales, que se cierra el miércoles-, así como adelantar si cabe la posibilidad de que presente la moción de censura contra el gobierno tripartito de Xabier Agirre aun sin contar con los votos necesarios del PSE. Por el contrario, reiteró que la nueva etapa abierta en Euskadi no es compatible con dejar gobernar en Álava a aquellos que son la continuidad de "esa política sectaria y radical, de separación, que hacía el PNV".

Por su parte, el presidente del PP de Álava, que ha sido quien más ha empujado desde el principio por recuperar la Diputación para su partido, que ganó las elecciones forales por uno centenares de votos sobre el PSE y el PNV, pidió a los socialistas que "reflexionen". "Si quieren que el cambio tenga futuro en el País Vasco, no es aceptable mantener una situación del pasado", añadió, antes de acusar al PNV y al PSE de hacer una "pinza" en Álava para aislar al PP -peneuvistas y socialistas se han apoyado sus respectivos presupuestos en Diputación y Ayuntamiento-.

Aumentando la presión sobre los socialistas, Alonso afirmó que el mantenimiento de esas alianzas es algo "incompatible" con la dimámica política abierta en el resto de Euskadi con el acuerdo PSE-PP, por lo que "la situación se hace más insostenible cada día que pasa".

La decisión de los socialistas, según fuentes conocedoras de la reunión, se basó en la "falta de motivos" reales para derribar a la Diputación de Agirre, más allá de su color político. "Sería muy difícil para nosotros explicar esa medida ante la opinión pública alavesa y del País Vasco cuando no ha dado razones para hacerlo, como sería obstruir la acción del Gobierno vasco o llevar a cabo una gestión catastrófica".