Medio Ambiente expedienta a San Cibrao por la muerte del río Barbaña
El Ayuntamiento se enfrenta a una multa por el vertido que mató a 17.000 peces
Ni la depuradora de San Cibrao das Viñas es adecuada para tratar residuos industriales, pese a que absorbe los de cuatro polígonos, ni el gobierno local detectó el vertido tóxico antes de iniciar el proceso. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, anunció ayer que sancionará por ello a ese ayuntamiento como "responsable directo" del vertido que acabó con la vida en el río Barbaña a su paso por Ourense.
La cuantía de la multa, contemplada en la Ley de Aguas, dependerá del daño todavía no evaluado, aunque el presidente del organismo, Francisco Fernández Liñares, avanzó ya que es grave: "Mató la vida del río", confirmó. El alcalde de Ourense remitió ayer un escrito al fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo del Tribunal Supremo, Antonio Vercher, para que abra también una investigación por la presunta comisión de un grave delito contra los recursos naturales en un cauce de dominio público.
Mientras José Méndez Grande, teniente de alcalde de San Cibrao, insiste en que la depuradora es adecuada y "funciona a la perfección", los técnicos de la Confederación Hidrográfica sospechan que está dañada. Se ha conseguido limpiar el agua del río y devolverle el ph, pero "el amonio se mantiene en los mismos índices que el primer día", lo que sólo se explica por la ruptura del ciclo biológico de la depuradora.
Al margen de la responsabilidad de San Cibrao, el Seprona busca por orden de la Fiscalía de Ourense la empresa que vertió los residuos tóxicos y que deberá asumir su responsabilidad penal por un delito ecológico.
La investigación trata de determinar también si todas las empresas de los cuatro polígonos que vierten en San Cibrao están conectadas a la red. Hace dos años algunas no lo estaban, según consta en un informe de la concesionaria, Espina y Delfín, remitido a la asociación Amigos da Terra y que ésta ha trasladado a la fiscalía.
El teniente de alcalde de San Cibrao no tiene la certeza de que haya empresas sin conectarse a la depuradora ni tampoco de que todas lo estén. Méndez descarta la responsabilidad municipal que le atribuye la Confederación Hidrográfica y que él achaca "a la empresa concesionaria", Espina y Delfín. "Si la culpa es de la depuradora, tendrá que responder la concesionaria", sostiene. Y si no, "será responsable la empresa que no filtró previamente el vertido".
El Ayuntamiento también está buscando al culpable entre un grupo de más de 10 empresas. "En los albaranes debe constar que tratan los residuos con un gestor autorizado" antes de verter a la red municipal. "Alguien no cumplió esa exigencia". Pese a que las aguas han sido ya limpiadas, la reposición de la fauna muerta no se podrá completar hasta dentro de dos años ya que no quedaron peces, ni siquiera microinvertebrados, y hasta las aves huyeron.
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