Y Angie se convirtió en canciller...
Un cómic cuenta cómo Angela Merkel llegó a jefa del Gobierno alemán
"Lleva ahí arriba tres cuartos de hora", dice un niño a otro señalando a la chica que mira el agua desde lo alto de un trampolín. "Con lo cobarde que es, ésa no se tira". La niña del trampolín es Angela Merkel, se la reconoce por la mirada. Pero, mientras su desdeñoso compañero se da la vuelta en la viñeta siguiente, ella ya ha saltado a la piscina. Esta anécdota la ha contado la propia Merkel. Es la primera ocasión en que alguien la subestima, un episodio crucial de Cómo Angie se convirtió en nuestra canciller.
El cómic Miss Tschörmänie (transcripción aproximada de cómo un alemán pronuncia Miss Germany) comienza con una cita ficticia entre dos de los "enemigos favoritos" de Merkel: el adversario en sus propias filas, Edmund Stoiber, y el contrincante electoral de ambos, el socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD). Es 27 de septiembre de 2009, el día de las próximas elecciones. Merkel tiene todas las de ganar. Los ex políticos brindan para que "no vuelva a conseguirlo", pero se preguntan "¿cómo ha podido pasar esto? ¿Cómo hemos llegado a tanto?". El dibujante Heiko Sakurai y la periodista Miriam Hollstein dan una versión humorística y documentada del imparable ascenso de la canciller.
La Democracia Cristiana alemana es una fracción política tradicionalmente patriarcal y católica, dominada por el peso tremendo de figuras como Helmut Kohl o Ludwig Erhard. En el cómic, sus líderes no dejan de preguntarse cómo Angela Merkel, mujer, protestante, del Este alemán, a la que llaman en las viñetas "la tía esa del Este", ha logrado tumbarlos a todos, hacerse con el partido y con la cancillería.
Además del buen trazo de Sakurai, son curiosos los pensamientos que Hollstein atribuye a sus políticos. Por ejemplo, cuando los líderes se presentaron ante las cámaras tras las elecciones de 2005. Merkel había ganado con una ventaja mucho menor de la esperada. Schröder, con ese desparpajo que algunos califican de algo macarra, dijo que el SPD no apoyaría su candidatura. Pero Merkel gobierna con el SPD. La Merkel del cómic le dice: "Ahora no te eches a llorar".
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