El PNV pretende marcar desde el Parlamento el traspaso del Inem a Euskadi

El PNV no oculta que tiene sometida a atenta vigilancia la negociación entre el Gobierno y la Administración central de la transferencia a Euskadi de las políticas activas de empleo. Su portavoz parlamentario, Joseba Egibar, presentó ayer una moción que persigue que la Cámara le fije al Ejecutivo de Patxi López los criterios de esa negociación, ya abierta y con fecha de cierre: el 1 de enero próximo la competencia deberá estar en Euskadi.

Los ejecutivos central y vasco trabajan ya en ella, después de establecerla como la principal prioridad del desarrollo estatutario, en la reunión de trabajo celebrada el 21 de mayo entre el lehendakari Patxi López y el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves.

El PNV quiere que el servicio alternativo de empleo montado por el anterior Gobierno vasco, Langai, sustituya "completamente" las 30 oficinas del Inem en Euskadi y reclama que el traspaso incluya las subvenciones y bonificaciones a la creación de empleo, así como la formación ocupacional continua, utilizando para el cálculo la metodología del Cupo.

El PNV intenta con esta iniciativa condicionar la negociación de la transferencia en el sentido que ha defendido desde sus gobiernos y que la hicieron inviable, hasta el punto de dejar a Euskadi como la única comunidad autónoma que carece de esas competencias. El PNV quiere convertir en condición dictada por el Parlamento ese planteamiento contra el que encallaron todos los anteriores intentos de acordar el traspaso. El problema reside en qué hacer con las bonificaciones a la contratación de las empresas.

Interés y desconfianza

Esta voluminosa partida se contabiliza en el Inem, pero quien la aporta es la Tesorería de la Seguridad Social. Los gobiernos del PNV han reclamado, apelando al sistema de financiación del Concierto Económico y Cupo, el 6,24% de ese concepto, lo que elevaba su cuantificación de la transferencia por encima de los 400 millones de euros. La del Gobierno central se situaba en torno a los 150 millones. El desacuerdo sobre esa interpretación ha impedido un acuerdo que sí fue posible en Navarra, que funciona también con el sistema de Convenio Económico y Cupo.

El PNV viene demostrando gran interés, además de profunda desconfianza, en la gestión que el Ejecutivo socialista pueda hacer de esta transferencia, largos años atascada, y que Patxi López ha situado como pilar de la reanudación del desarrollo del Estatuto de Gernika y herramienta esencial para luchar contra el desempleo.