Sanidad pagará 180.000 euros por el retraso en detectar un cáncer de mama

Si el ginecólogo le hubiera dado cita antes para hacerse una ecografía de mama, quizá la evolución de la enfermedad de la paciente no hubiera sido la misma. Pero la espera fue de seis meses. Para entonces, el bulto de un centímetro que M. C., de 39 años, había detectado en uno de sus pechos había crecido de uno a seis centímetros. La paciente falleció tres años después. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado ahora a la Consejería de Sanidad a indemnizar con 181.908 euros a sus familiares.

La primera vez que la mujer notó el bulto acudió al médico inmediatamente, en diciembre de 2003. Le detectó un "nódulo bien delimitado en mama derecha" y la derivó a ginecología. Pero esta segunda consulta concluyó "sin hallazgos significativos", por lo que el especialista solicitó una ecografía, sin carácter de urgencia, para mayo de 2004.

La paciente no pudo esperar. En abril, creyendo que el bulto había crecido, volvió al médico de atención primaria. Efectivamente, lo que antes era un nódulo de un centímetro se había convertido en otro de "cinco o seis". El médico la mandó con urgencia a que le realizaran la ecografía y, tras una biopsia, se confirmó el diagnóstico de cáncer de mama.

"Una mayor prudencia médica hubiera aconsejado investigar la realidad de dicho nódulo y realizar pruebas diagnósticas en un tiempo más corto", argumenta el tribunal en su sentencia. Considera que hubo una mala actuación médica y responsabiliza a la administración. El resultado es una cuantiosa indemnización que ahora recibirán su marido y sus dos hijas.

La propia paciente fue la que inició los trámites para reclamar por lo que consideraba una actuación incorrecta. Su tratamiento continuó con ocho meses de quimioterapia, una intervención y varios meses de radioterapia. Todo fue en vano y la paciente falleció en febrero de 2007. La familia considera que fue el retraso en el diagnóstico lo que impidió que pudiera recibir el tratamiento a tiempo. Y que eso causó su muerte.

"Aunque es cierto que es imposible predecir cuál hubiera sido el resultado final", apunta el tribunal, "lo que, sin duda, es seguro es que hubiera tenido más oportunidades". "No es razonable pensar que una exploración como una ecografía se demore más de seis meses", señala la Inspección Médica.