Rechazo en silencio contra el terrorismo

Los principales ayuntamientos del País Vasco abrieron ayer una emotiva jornada de rechazo al atentado de ETA que acabó con la vida del inspector de policía Eduardo Antonio Puelles. La convocatoria conjunta del Gobierno vasco y Eudel propició la primera movilización del día, a la que siguió el funeral por la última víctima del terrorismo y la manifestación multitudinaria por las calles de Bilbao.

Arrigorriaga acaparó la principal atención entre todas las concentraciones que empezaron a las doce de la mañana. En este pueblo vizcaíno donde ETA volvió a dejar su sello de sangre el pasado viernes se asistió a un acto silencioso en el que tomaron parte los máximos representantes públicos del País Vasco.

El alcalde Odón Elorza recordó "a los que sufren" con una rosa blanca

El lehendakari Patxi López encabezó la representación del Gobierno vasco, en compañía de la presidenta del Parlamento de Vitoria, Arantza Quiroga, así como los principales líderes de PNV (Iñigo Urkullu), PSOE (Leire Pajín), PP (Antonio Basagoiti) y EB (Mikel Arana), a quienes se unieron representantes del Ayuntamiento de Arrigorriaga encabezados por su alcalde, Alberto Ruiz de Azúa (PNV), así como miembros de diferentes formaciones políticas y sociales. Y junto a ellos, la madre y dos hermanos del inspector asesinado, que recibieron la solidaridad de decenas de vecinos concentrados en la céntrica plaza de esta localidad.

En Bilbao, varios centenares de ciudadanos guardaron diez minutos de silencio ante las escalinatas del Ayuntamiento. Entre los representantes institucionales, los miembros de la Corporación bilbaína, así como el consejero vasco de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, las eurodiputadas electas Eider Gardiazabal e Izaskun Bilbao, la senadora Lentxu Rubial, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Fernando Ruiz Piñeiro o la vocal del Consejo General del Poder Judicial, Margarita Uria. A nivel representantes de partidos políticos, el portavoz parlamentario del PP, Leopoldo Barreda, y su presidente vizcaíno, Antón Damborenea.

Un prolongado aplauso puso fin a esta concentración en la capital vizcaína. Varios políticos animaron en ese momento a los ciudadanos a asistir a la manifestación que iba a celebrarse horas más tarde y que concluiría en el mismo lugar. Entre los portavoces, Margarita Uria expresó "la confianza que siempre depositamos en el Poder Judicial de que los crímenes definitivamente acaben pagándose".

En Guipúzcoa, varios centenares de personas participaron en una concentración silenciosa de 15 minutos en los jardines de Alderdi Eder. El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, y el diputado general del territorio, Markel Olano, estuvieron junto a representantes municipales del PNV, PSE, PP, EA, Alternativa y Aralar, así como los diputados forales Edurne Egaña (PNV) e Iñaki Galdos (Alkarbide) y otros junteros, además de los líderes de varios partidos como Joseba Egibar, Maria José Usandizaga, los viceconsejeros Ernesto Gasco y Ramón Etxezarreta y el ex viceconsejero Patxi Baztarrika.

El alcalde Elorza portó una rosa blanca en homenaje al asesinado Eduardo Puelles y, dijo, como expresión de "solidaridad, cariño y dulzura" hacia la familia y los compañeros de "las gentes que están sufriendo de nuevo, reviviendo otros episodios que pensábamos que se iban superando".

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento donostiarra había aprobado minutos antes un texto de condena en el que expresaba su "más firme y rotunda condena" por este último asesinato, al tiempo que denuncia que ETA "insiste en despreciar el clamor de la sociedad vasca a favor de la libertad, la democracia, la paz y los derechos humanos".

En el texto de resolución del Ayuntamiento donostiarra también se contempla su "más profunda solidaridad y cariño" a los familiares, amigos y compañeros del Cuerpo de Policía Nacional, "compartiendo su dolor y su tristeza", mientras exigen a la banda terrorista "su disolución inmediata" al tiempo que expresan "el rechazo a todas las fuerzas políticas que mantienen silencio ante el terrorismo", en referencia a la izquierda abertzale.En el resto del territorio fue significativo el acto desarrollado en Mondragón, donde ETA asesinó hace un año al ex concejal socialista Isaías Carrasco, y donde la presión radical viene alcanzando una de sus máximas cotas. Además, el fracaso de la moción de censura para desbancar en esta localidad a su actual alcaldesa, Inocencia Gallastegi, por las reticencias de su grupo municipal a condenar el terrorismo, sigue abonando demasiada tensión en la vida municipal.

La familia de Isaías Carrasco estuvo en la concentración junto a la presidenta de las Juntas de Guipúzcoa, Rafaela Romero, y al presidente del PSE, Manuel Huertas, y su portavoz local, Aritz Arrieta.

En otras localidades guipuzcoanas se aprobaron condenas al atentado del pasado viernes. En Hondarribia o Rentería fue en el mismo día, y ayer en Irún, donde se mostró la solidaridad con la familia y con el Cuerpo Nacional de Policía y el resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "que tantas veces han sufrido el hostigamiento del terrorismo, agradeciéndoles su entrega en la tarea de garantizar la libertad de todos". En esta localidad fronteriza, la concentración tuvo lugar a primeras horas de la noche, en la plaza del Ensanche.

En Álava, Vitoria acaparó la concentración más significativa. Dirigentes políticos y cargos institucionales se concentraron, junto a varios cientos de ciudadanos, en la Plaza de España de la capital alavesa para condenar el asesinato de Eduardo Puelles.

La protesta, silenciosa como todas las convocadas por el Gobierno vasco y Eudel, tuvo lugar a escasos metros de la entrada principal del Ayuntamiento vitoriano. Allí se encontraba su alcalde, Patxi Lazcoz, la consejera vasca Pilar Unzalu, la parlamentaria del PP Mari Mar Blanco, y dirigentes de otros partidos políticos.

Al término de esta movilización, Txarli Prieto, líder de los socialistas alaveses, puso especial énfasis en destacar la importancia de la participación ciudadana en este tipo de actos de solidaridad, así como la unidad de los partidos políticos y la aplicación del Estado de Derecho en contra de ETA. Para Prieto, la conjunción de estas acciones "acelerará" el fin del terrorismo.