El Estado tendrá derechos políticos en los bancos y cajas que reciban ayudas

El Gobierno ultima los detalles del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria para cajas y bancos que prevé aprobar el próximo 26 de junio. Pese a la resistencia de algunas comunidades autónomas, el Ejecutivo ha decidido ir por la vía directa y suspenderá parte de la Ley de Cajas cuando una entidad reciba ayudas del Estado. Tal y como figuraba en los borradores manejados, estas inyecciones de capital tendrán en el caso de las cajas forma de cuotas participativas con derechos políticos (un activo similar a las acciones), lo que supondrá que el Banco de España se hará con la gestión de la entidad "de forma temporal, hasta que pueda devolver las ayudas recibidas", según la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, que inauguró ayer un encuentro financiero organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.

El Ejecutivo aprobará el nuevo instrumento el próximo 26 de junio

González considera que la debilidad de algunas entidades es un lastre

Para recibir las ayudas, los bancos o cajas deben ser "entidades viables que atraviesen dificultades temporales. Si no tienen futuro por sus problemas de gestión, el Banco de España tomará directamente el control y quitará a los gestores", afirmó la vicepresidenta. En el caso de que las cajas decidan por su cuenta la fusión o la realicen con ayuda del Fondo de Garantía de Depósitos, sin ayudas públicas, mantendrán toda su autonomía de gestión.

Los poderes del Fondo, una vez que entre en la entidad, serán traumáticos para las comunidades porque perderán la posibilidad de vetar fusiones con cajas de otras regiones, ya que será potestad del Banco de España. "No creo que haya problemas porque los intereses de las autonomías coincidirán con los del Banco de España. A nadie le gusta tener una caja con problemas", advirtió Salgado con optimismo.

Salgado situó el problema actual y futuro del sector financiero en la falta de solvencia, es decir, de capital, al margen de los apretones que produce la falta de liquidez. La única manera de elevar el core capital (el capital de máxima calidad) en las cajas de ahorro es inyectar cuotas participativas porque las participaciones preferentes no equivalen contablemente al core capital. Pero será un préstamo temporal. El Gobierno ha establecido que "pasado un tiempo razonable, que estamos a punto de determinar, la entidad tendrá que devolver el capital recibido al Fondo".

Salgado afirmó que está buscando el máximo consenso político para sacar adelante ese instrumento e insistió en que "ahora no hay entidades con dificultades, pero en 2010 llegarán los problemas al sistema financiero". Respecto al capital del Fondo, la ministra sugirió que sería de 9.000 millones, contando los 3.000 millones del Fondo de Garantía de Bancos y los 4.500 millones del Fondo de Garantía de las Cajas.

Preguntada por una posible subida de impuestos, la vicepresidenta dijo "no descartar nada. Cuando planifiquemos los Presupuestos, examinaremos todos los ingresos y gastos, aunque ahora no tenemos pensada ninguna medida adicional".

Por su parte, Francisco González, presidente del BBVA, en el mismo curso, afirmó que las entidades zombis (las inviables mantenidas artificialmente) "impiden la consolidación del sistema bancario y drenan recursos escasos. A corto plazo frenan la recuperación del crédito y a medio, de toda la economía. Este problema se manifiesta en España de forma clara. La debilidad de ciertas instituciones es un lastre". González alabó el Fondo que prepara el Gobierno y no descartó nuevas compras en Estados Unidos.