"La Administración aceptó la autoridad del Ararteko"
Xabier Markiegi (Bilbao, 1940) fue el segundo ararteko. Trabajó a partir del embrión que le había dejado su antecesor, Juan San Martín. "Supo rodearse de muy buenos profesionales, de grandes letrados. Yo trabajé a partir de ese equipo jurídico, respetando a todos los letrados", recuerda ahora sobre sus comienzos.
Una vez consolidado el grupo jurídico, se dedicó a dar a conocer la institución a la sociedad. "Los ciudadanos estaban más acostumbrados a resolver sus problemas en los tribunales", apunta. Durante su etapa se abrieron oficinas en Bilbao y San Sebastián, ya que hasta ese momento la institución sólo contaba con la sede central en Vitoria. Su satisfacción es que "la otra parte", la Administración, "aceptó la autoridad del Ararteko gracias a la solidez de los informes que emitimos". "Los estudios se armaban con argumentaciones jurídicas tan bien fundamentadas que la Administración enseguida se dio cuenta de que no estaba ante una broma. Reconoció el trabajo y tuvo en cuenta las resoluciones".
De su etapa quedan algunos hitos, como el informe sobre la situación de las prisiones -"me pasé 21 días en las tres cárceles vascas hablando con presos, funcionarios y trabajadores"- y de los excesos de la policía con los inmigrantes en el barrio de San Francisco, en Bilbao. "Tuve la satisfacción de que el entonces consejero de Interior, Javier Balza, puso cámaras en el barrio a raíz del informe del Ararteko y ratificó lo que se había dicho en el informe". Al echar la vista atrás, también recuerda satisfecho la apertura de la institución a las ONG, "nuestras antenas en la sociedad"
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