Optimismo local en la Feria
Los escritores vascos confían en el futuro del libro
El calor ha animado al optimismo tanto a los organizadores de la Feria del Libro de Bilbao como a los escritores locales, reunidos ayer en el XII Encuentro de Escritores Vascos. Se temía que la crisis económica lastrara la afluencia a las casetas del Arenal y a las actividades paralelas, pero el coordinador de la campaña de ferias del libro de Euskadi, Asier Muniategi, celebraba ayer que "el buen tiempo ha acompañado" y explica los buenos resultados del evento a una semana de su inicio.
La treintena de autores reunidos ayer tampoco estaban por la labor de rendirse a visiones catastrofistas sobre la doble crisis que arrastra el libro, la económica y la que propicia el auge de los soportes electrónicos. Los escritores locales aparcaron las conversaciones angustiantes para centrarse en disfrutar del vino, la comida y ponerse al día sobre las novedades de unos y otras. "Lo que menos me apetece es hablar de libros", exclamaba Jon Arretxe.
"Si muere el papel nos adaptaremos", asegura Toti Martínez de Lezea
Toti Martínez de Lezea, cuyos libros están siendo los más vendidos junto a la trilogía de Stieg Larsson y las antologías del recién fallecido Benedetti, negaba la crisis del papel. "Convivirán ambos soportes. Y si no es así, nos adaptaremos", sentenció. Las más jóvenes, como la alavesa Txani Rodríguez, ven en Internet una oportunidad. "Tengo mi propio blog y me parece una herramienta muy útil. Internet es una base de datos y de información enorme", destacó.
Los tres autores reclamaron a las instituciones que fomenten la lectura entre los jóvenes. pero también se prestaron a la autocrítica. "Éxitos como Harry Potter y Crepúsculo indican que no es que a los niños no les guste leer, sino que igual no les damos lo que quieren", señala Martínez de Lezea. Un buen ejemplo es Arretxe, cuya novela juvenil Ostegunak se ha consolidado como un clásico cuyo tono gamberro engancha a los adolescentes. Arretxe fue galardonado ayer con el premio Zazpikale por su novela en euskera Morto Vivace, y llamó a celebrar que la literatura vasca resista mientras las de las lenguas más habladas del mundo pierden lectores.
La jornada de ayer terminó con un foro de autores en euskera, con Kirmen Uribe, Unai Elorriaga y Karmele Jaio entre otros.
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