La primera película europea de ficción en 3-D es española
'Viaje mágico a África', de Jordi Llompart, se ha rodado en Namibia
Por una vez, el "que inventen ellos" se ha quedado para el resto de Europa. La primera película europea en 3D con actores de carne y hueso, es decir, una historia de ficción, va a ser española. El título, Viaje mágico a África. Fecha de estreno: 6 de enero de 2010. Responsable de tamaño reto: Jordi Llompart. Con 10 millones de euros se ha ido a rodar a Namibia y Suráfrica una historia llena de cariño y animales, un homenaje a su hija Jana, fallecida en un accidente de tráfico en Namibia en 2007. Para poder hacerse una idea de la empresa, lo mejor es compararlo con los grandes. Si Viaje al centro de la Tierra -estrenada el pasado año- fue la primera producción rodada ex profeso para 3D estereoscópico, Llompart casi adelanta a James Cameron, que estrenará en Navidades su filme en 3D, Avatar. Más atrás se ha quedado la trilogía sobre Tintín de Steven Spielberg y Peter Jackson. Viaje mágico a África ha sido el primer filme de ficción en 3D que ha entrado en el programa Media de promoción y apoyo del audiovisual europeo.
Durante la filmación sólo se podían grabar como mucho 10 planos al día
"El público sufre un agotamiento por la falta de sorpresas", dice el director
Llompart (Barcelona, 1962) no es un iluminado ni un recién llegado. Presentador y director de telediarios en TV3, un día se involucró en la realización de la serie documental L'oblit del passat. Decidió abandonar el periodismo, pasarse a otro estilo de audiovisual -"una evolución profesional provocada por mis inquietudes"- y así llegó en 2005 El misterio del Nilo, el primer gran documental español para salas IMAX. "Como la vida de un filme en IMAX es tan larga, aún hoy está en los cines de todo el mundo. La han visto siete millones de espectadores y ha recaudado más de 30 millones de euros", asegura el director, apasionado por el continente africano, donde en cambio se truncó la vida de su hija. "Escribí una novela inspirándome en ella, El corazón sobre la arena", y poco a poco, su éxito de ventas y los comentarios de los amigos le llevaron a pensar en una adaptación al cine y en inglés. "Más que ser el primer europeo en rodar en 3D, para mí lo importante era hacerlo bien". De ahí las 25 versiones que hizo del guión, de ahí el puntilloso proceso de levantar una producción usando su prestigio en el mundo IMAX, que le llevó a Cannes a cerrar acuerdos de distribución. "El 3D no va a salvar la industria del cine. El público sufre un agotamiento por culpa de la repetición de clichés y la falta de sorpresas, y ahí sí entra el 3D. Pero tenemos que buscar elementos narrativos -mejores guiones- y audiovisuales novedosos. No todas las historias valen para el 3D. Las introspectivas no funcionan y en IMAX acabas mareado". Y receta para el cine español: "O buscamos temas más internacionales, exportables, o nos hundimos definitivamente".
Viaje mágico a África describe las aventuras de una niña, Jana, a la búsqueda de un amigo bosquimano. En el trayecto Jana interactúa con niños, animales y plantas. Verónica Blume (en un papel largo, que Llompart asegura le afianzará como actriz) y Adrià Collado encarnan a los padres de Jana; Leonor Watling a un hada, y los niños... "Me preocupaban los niños. Así que decidí buscarlos en Namibia y los escogí por su capacidad de comprensión. Estuvimos tres meses entrenando, más que ensayando, con ellos, para que se sintieran parte de la troupe y del guión".
Aunque el rodaje empezó en marzo de 2008 (ocho semanas en Namibia, dos en Suráfrica y tres finales en julio en Barcelona), pronto les pilló el calor. "Hemos trabajado a más de 40 grados, viviendo en tiendas de campaña, en condiciones muy duras y con la complicación del 3D". El proceso de colocación de cámaras, de coordinación entre el director de fotografía, el veterano Tomás Pladevall, y el operador de IMAX, el reputado William Reeve, ralentiza este tipo de filmaciones. "No podíamos rodar más de 10 planos por jornada". A eso además había que sumar las complejidades técnicas que les llevó a desarrollar una nueva montura para las cámaras estereoscópicas.
Después de siete meses de montaje, "sólo quedan detalles de imágenes generadas por ordenador, que estamos haciendo en Zaragoza, y grabar la banda sonora". Viaje mágico a África durará 90 minutos en su versión 3D para salas normales y 45 para salas IMAX. "Debemos convertir de nuevo el ir al cine en un evento", cierra Llompart. Y en ello anda.
Un futuro digital
De las 3.565 salas de cine censadas en España a inicios de este año, 200 cuentan con proyectores digitales (en Europa, hay 1.120), y de éstas, 85 están preparadas para el 3D. "A finales de la temporada llegaremos a 100. No está mal, porque 2009 arrancó con sólo 23 pantallas listas para las tres dimensiones estereoscópicas", comenta Jordi Llopart. En proporción vamos en cabeza de Europa, junto a Francia. Hollywood anda como loco: en EE UU ya superan los 7.000 proyectores digitales y las 2.500 salas para 3D. Los grandes estudios se lanzan a por el negocio: Pixar triunfa con Up; Jeffrey Katzenberg, responsable de DreamWorks Animation, profetiza el advenimiento de la era 3D; desde mayo y hasta noviembre, un tren patrocinado por Disney recorre 36 estados y 40 ciudades anunciando el estreno de Cuento de Navidad con una sala hinchable en 3D... "Lo veo más como un incentivo añadido", asegura Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE, la federación de cines de España, que agrupa a los exhibidores. "Tiene un gran coste -cada cabina nueva digital cuesta 100.000 euros- y aún no hemos cerrado quién paga las gafas". Gómez Fabra remata: "No es una revolución. Cuando una película se ofrece a la vez en 3D y en 2D, el público va tres veces más a verla en el nuevo formato, pero económicamente no crece igual". Aunque la creatividad lo pide. El estudio Dygra, encabezado por Manolo Gómez, está a mitad de la producción de Noche ¿de paz?, el primer largo español animado en 3D estereoscópico. No hay quien lo pare.
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