El PP gana en Baleares y el PSOE resiste el embate
En Baleares ganó otra vez la derecha y el socialismo resistió, con lo que se consolida el mapa bipartito insular. Ello deja escaso margen para las minorías, los socios del Gobierno de centro izquierda de Francesc Antich, las dos alas del nacionalismo y la izquierda neocomunista. IU-V es superada por el grupo de Rosa Díez (UPyD), con el 2,77% de los votos. El PSM no se presentó y Els Verds, tampoco.
El PP, sin ser erosionado en demasía por los numerosos escándalos de corrupción de su etapa de Gobierno autonómico, retomó el papel de partido hegemónico con el 43,82% de los votos, casi tres puntos menos que en las europeas de 2004.
Desde la oposición en todas las instituciones, la líder de los conservadores, Rosa Estarás, ha tenido un éxito personal: será eurodiputada, ha ganado su particular segunda vuelta a Antich, pero renunciará a seguir liderando la oposición balear y deja en duda la candidatura autonómica de 2011. En los últimos 20 años, el PP en las islas nunca bajó del 40% de los votos y una vez llegó al 54%.
Rosa Estarás, líder de los conservadores, tendrá escaño en la Eurocámara
El PSOE, que en las generales superó por la mínima al PP, logró el 38,48%, un cómputo parecido al de los últimos comicios europeos, pero tras dos años al frente de las instituciones insulares no rentabiliza en las islas esta cuota de protagonismo. No le ayudó a su campaña la crisis económica, las batallas internas de los aliados del Gobierno de Antich y el perfil bajo de una candidata, Teresa Riera, más académica que política.
La carrera particular entre nacionalismos se saldó con el avance de Unió Mallorquina, aliada de CiU en Coalición por Europa, con cerca de 10.000 votos, apenas el 3,80%. Las pugnas internas de las ultimas semanas, y hasta ayer mismo, en el seno de UM han lastrado su posibilidad de crecimiento. Esquerra Republicana-Entesa de la lista de Europa de los Pueblos alcanzó el 2,77% de los votos.
IU-V con David Abril sobrevive sin ser tragado por la vorágine. El tradicional tercer partido insular, el Partit Socialista de Mallorca (PSM), no concurrió a las elecciones al ser vetado por Esquerra Republicana y el colectivo Entesa, un club de escindidos, que el grupo de Joan Puigcercós buscó para hacerles la pinza. El PSM no pudo aliarse con su socio de otras épocas, CiU. Tampoco participó Els Verds, que tiene una cuota de minoría significativa.
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