CiU encaja el 7-J como el inicio del cambio en Cataluña
Los nacionalistas son los únicos que ganan en votos y porcentaje
Las urnas concedieron ayer a Convergència i Unió (CiU) numerosos motivos para la alegría y esperanzas para afrontar con ilusión renovada las cruciales elecciones catalanas de otoño de 2010. Los nacionalistas catalanes cosecharon ayer, por primera vez en mucho tiempo, sus primeros brotes verdes y, en palabras del líder convergente, Artur Mas, han sembrado "la primera semilla para el cambio en Cataluña". La Coalición por Europa -que engloba a CiU, Partido Nacionalista Vasco, Coalición Canaria y Partido Andalucista- mantiene los mismos dos eurodiputados que obtuvo en 2004, y el 5% del voto en el conjunto estatal. Sin embargo, los democristianos de Unió, el partido de Josep Antoni Duran Lleida, se vuelve a quedar sin eurodiputado.
CiU gana en Lleida y Girona y recupera la segunda posición en detrimento del PP
Un análisis pormenorizado de los resultados en Cataluña dio alas a los dirigentes de CiU para el entusiasmo. Las primeras sonrisas en la sede electoral de los nacionalistas, en el emblemático y ya tradicional hotel Majestic de Barcelona, llegaron cuando constataron que empiezan a recortar distancias con su eterno rival del Partit dels Socialistes (PSC), al que arrebatan el primer puesto en las provincias de Lleida y Girona. Además, CiU recupera una crucial segunda posición en Cataluña en detrimento del Partido Popular. Y, si estos dos datos no fueran suficientes, Convergència i Unió es la única formación que gana en número de votos y en porcentaje en Cataluña: casi 70.000 nuevas papeletas y cinco puntos, pese a la alta abstención. Mientras, los tres partidos del tripartito van a la baja.
A CiU le ha funcionado el invento de poner a un independiente al frente de la candidatura. El catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona Ramon Tremosa estrenará escaño en Estrasburgo. De perfil soberanista, no milita en ningún partido. Junto a Tremosa se sentará Izaskun Bilbao, ex presidenta del Parlamento vasco.
Las razones para la esperanza también llegaron a la casa democristiana de Josep Antoni Duran Lleida. Aunque el número tres, Salvador Sedó, se queda sin alcanzar Bruselas, España puede ganar cuatro escaños más de aprobarse el Tratado de Lisboa. Y CiU confía en que uno le pertenezca.
O sea que ayer, los dirigentes de CiU no pudieron hacer otra cosa que brindar por sus resultados y proclamar que ayer las urnas vaticinaron "el principio del cambio" si se trabaja "con perseverancia, humildad y modestia", afirmó el convergente Artur Mas.
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