La peligrosidad varía con la especie
En los tentáculos de las medusas se encuentran filamentos urticantes enrollados que se disparan por contacto con la piel o por la diferencia de temperatura con el cuerpo humano. La reacción humana a una picadura es muy variable y depende de la especie: la carabela portuguesa (Physalia phisalis) tiene 10 veces mayor concentración de células urticantes (nematocistos) y un veneno más potente que la Pelagia noctiluca. En un individuo sano, la carabela portuguesa produce heridas muy dolorosas y puede llegar a causar espasmos; su veneno tiene un efecto neurotóxico o citotóxico, y a veces es hemolítico y cardiotóxico. En los casos más extremos puede llegar a causar un choque anafiláctico.
La picadura de la Pelagia noctiluca produce escozor y a veces dolor intenso, pero también náuseas, vómitos, rampas musculares y dificultades respiratorias. La Rhizostoma pulmo no produce cuadros dermatológicos graves y la Cotylorhiza tuberculata o huevo frito tiene una capacidad irritante limitada. El veneno de la Aurelia aurita también es escasamente tóxico. Y la Velella velella tiene una peligrosidad prácticamente nula.
En general, el veneno pasa más rápidamente al torrente sanguíneo si el contacto es por el tronco o la cabeza. En niños, la reacción también es mayor por la relación entre la superficie afectada y el peso corporal.