Caramelo amenaza con cerrar si no se aprueba el ERE

Caramelo "cerrará" si no logra llevar adelante el plan de viabilidad que incluye un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que dejará en la calle a 237 de sus 832 trabajadores. Al día siguiente de la multitudinaria manifestación en contra de estos despidos que reducirán a la mitad la plantilla de su fábrica de A Grela en A Coruña, el director adjunto de la firma textil que controla el holding Inveravante, de Manuel Jove, fue tajante ayer al advertir a los trabajadores y sindicatos de "la firmeza" de la empresa en llevar adelante todas las "medidas destructivas y constructivas" que diseñó para salir de los números rojos.

Caramelo arrastra "una monstruosidad de pérdidas", cifradas en 51,9 millones de euros, destacó José Ángel Martín-Borregón en un desayuno informativo con periodistas. Y aunque aseguró su intención de "luchar hasta el último segundo" para intentar llegar a un acuerdo con el comité de empresa sobre un plan de viabilidad que cuenta con el rechazo frontal de los trabajadores, el directivo de la firma insistió en que no hay otra alternativa que esos despidos masivos para "salvar a los otros 595 empleados" con los que se quedaría el grupo coruñés. "Si no se externaliza la producción, Caramelo morirá", sentenció Martín-Borregón.

La dirección de la firma espera que se prolongue hasta el 18 de junio el plazo para ese acuerdo. Aunque de todas formas, su director adjunto se mostró convencido de que la Xunta, que a través de Xesgalicia controla el 7,5% de las acciones de esta empresa, aprobará el ERE. "No tenemos duda porque impera la lógica de que queremos salvar, y no hundir, a la compañía", aseveró.

Gestión "equivocada"

Pese a la insistencia de los periodistas, el directivo se negó a comentar a cuánto ascienden las ayudas y subvenciones públicas de las que se benefició el grupo en los últimos años. Por la contra, cargó las culpas de "la situación financiera insostenible" en la gestión "equivocada" del anterior equipo de dirección, cesado cuando tomó el control, como accionista mayoritario, Manuel Jove y puso al frente de Caramelo, en noviembre de 2008, a Fernando Maudo.

Su adjunto, en la rueda de prensa, insistió que el objetivo del plan de viabilidad, que incluye "con esfuerzo" una inversión de 16,4 millones de euros en dos años, es reducir los gastos en 29 millones y eliminar progresivamente las perdidas para salir de los números rojos en 2011.