Un destello misterioso
Andaba Miguel Ángel Perera intentando sacar partido al tercero de la tarde con una labor intermitente, pero basada en la quietud y la firmeza, cuando embarcó la embestida del toro con suavidad, y lo llevó toreado en un derechazo templadísimo y largo; giró su cuerpo casi ciento ochenta grados y aún llevaba imantada la cara del toro en la muleta. Fue casi un circular, largo y hondo, bellísimo, de ésos que parecen que duran y duran, pero no son más que destellos de un segundo inapreciable por el tiempo, pero que quedan siempre en la memoria de los que paladean el buen toreo. Ése es el misterio del toreo artístico, que nace como una estrella fugaz y se vuelve eterno.
Además, hubo mucho valor, las zapatillas muy asentadas, muy seguro siempre, dos trincherillas finales y uno de pecho con sabor y seis pases por alto iniciales dejándose oler los muslos. Pero el destello misterioso fue ese derechazo inmenso, cadencia pura, que surgió en el momento más inesperado y se erigió en protagonista.
DEL RÍO / EL JULI, MANZANARES, PERERA
Cuatro toros de Victoriano del Río, desiguales de presentación, mansos y blandos; áspero el primero, descastado el segundo, y nobles tercero y sexto. Y dos de Garcigrande, cuarto y quinto, bien presentados y nobles. El Juli: metisaca, pinchazo hondo y estocada baja (silencio); casi entera tendida y un descabello (pitos). José M. Manzanares: pinchazo y estocada baja (silencio); -aviso- estocada trasera y baja (ovación). Miguel Á. Perera: pinchazo y estocada -aviso- (ovación); pinchazo -aviso- y estocada caída (ovación).
Plaza de las Ventas. Miércoles 3 de junio. Segunda corrida de la feria del aniversario. Lleno. Corrida extraordinaria de Beneficencia.
Echó el resto en el último, con dos pases cambiados por la espalda en el centro del ruedo y dos tandas de muletazos con la derecha ligados en un palmo de terreno, antes de unas ceñidísimas bernardinas finales; tan ajustadas que la última le hizo un roto en la taleguilla, aunque el pitón no llegó a entrar en la carne. Hubo emoción, pero no fue una faena redonda; valiente, sí, pero algo faltó. Otro misterio.
Y ahí va otro: el desánimo que ayer dejó entrever El Juli, un torero poderoso, ayer desmotivado, desangelado, sin ánimo y con poco sitio. Su primero fue un animal áspero y bronco, de atosigante embestida, pero el experimentado torero se vio falto de recursos, escaso de ideas y con excesivos apuros. No hubo dominio, y sí muchos problemas para El Juli.
Prueba de que no era su tarde es que el cuarto era un toro noble, nobilísimo, y de largo recorrido en la muleta. Y el torero, que se había lucido en un quite por elegantes chicuelinas, se limitó a dar muchos pases acelerados, mal colocado siempre, toreando hacia fuera, en una clara actitud ventajista e impropia de este poderoso torero.
No tenía ayer su día Julián López, y se dejó ir un toro de oreja. A fin de cuentas, el fracaso no repercutirá mucho en una temporada que ya tiene hecha y firmada con ganaderías y honorarios. Quizá, eso pueda explicar su aparente desmotivación.
Y nadie sabrá nunca -otro misterio- si Manzanares hubiera triunfado con el quinto de la tarde -el segundo fue un inválido sin interés- si un sector de la plaza no hubiera torpedeado la faena de muleta con frases extemporáneas que derivaron en una alborotada polémica que, sin duda, descentró al torero. Se habían lucido Juan José Trujillo con dos pares de banderillas extraordinarios, y Curro Javier en una brega inteligente. Y llegó Manzanares con una muleta que derrocha prestancia. Comenzó con un elegantísimo preámbulo de toreo por alto; siguió con tres preciosos derechazos a media altura cuando se iniciaba la discusión en los tendidos, y la emoción que alcanzaba la faena comenzó a esfumarse. Se recompuso, después, con unos naturales enjundiosos, y dos circulares y unos ayudados por alto finales, pero el encanto estaba ya partido por la mitad. Los gritos habían roto el encanto y el misterio del toreo artístico. No debe ser fácil asirse a la inspiración cuando unos molestos ruidos cortan el aire y destrozan el embrujo de la creatividad.
La corrida de hoy
- Toros de El Pilar. El año pasado se llevaron el premio a la mejor corrida de San Isidro. En Sevilla también salieron buenos estos Juampedros del campo salmantino. Ojalá sigan en racha, necesaria para compensar tanto inválido como ha salido.
- Uceda Leal. Parece muy desdibujado, a tenor de su actuación del otro día, y está justito de valor, aunque siempre deja un detalle o cobra una buena estocada.
- Alejandro Talavante. Necesita un triunfo, pues su cotización está bajando. Algún día tiene que sacudirse esa indolencia que tanto daño le hace.
- Daniel Luque. Causó sensación en San Isidro y puede que aún no haya tocado techo. En él reside el mayor interés de la tarde.
- La corrida se retransmite por Canal + Eventos.
Babelia
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