El rechazo de los acreedores condena a General Motors a suspender pagos
Los tenedores de bonos se oponen al canje de deuda por acciones propuesto - GM se desprende de Opel, con Fiat entre los candidatos a adjudicársela
La secuencia recuerda peligrosamente a la de Chrysler: los acreedores de General Motors (GM) rechazaron ayer canjear una deuda de 27.200 millones de dólares (casi 20.000 millones de euros) por una participación del 10% en la compañía. El gigante de Detroit se ve abocado así a la suspensión de pagos, pese a que el acuerdo alcanzado anteriormente con los sindicatos abría una puerta a la esperanza. La rebelión de los acreedores hace casi inevitable que sea un juez quien decida el futuro de uno de los grandes pilares industriales de EE UU.
GM lideró durante 77 años la venta de automóviles en el mundo, hasta que el año pasado fue adelantado por Toyota.
El grupo automovilístico necesitaba el respaldo del 90% de los poseedores de bonos para evitar un escenario que hace un año era inimaginable. Pero la respuesta de los acreedores a su oferta se quedó corta respecto a lo que exigía el Tesoro. Así que el Consejo de Administración de GM decidió cerrar ese capítulo y pasó página sin que se consumara el canje. A final de esta semana se reunirá para analizar las opciones que quedan sobre la mesa.
El grupo debe presentar un plan de viabilidad antes del próximo lunes
Bruselas busca una solución europea para la filial alemana Opel
GM tiene hasta el lunes para presentar al presidente Barack Obama un plan de viabilidad creíble, que le permita ser rentable en un mercado en el que se venden unos 10 millones de vehículos anuales. Debe demostrar que puede ser competitivo en un sector donde los fabricantes extranjeros ofrecen vehículos más eficientes. Todo indica que no podrá hacerlo sin seguir el mismo camino que hace un mes tomó Chrysler, la pequeña de Detroit.
Fritz Henderson, consejero delegado de GM, ya dijo semanas atrás que la compañía podría declarase en suspensión de pagos antes de que expirara el periodo de gracia dado por Obama. Pero tendrá que pagar primero a los suministradores de componentes. Si se toma esa ruta, desde la Casa Blanca se asegura que será una vía que permitirá "revitalizar la compañía". Eso sí, en Detroit tienen claro que el Tío Sam tendrá que movilizar fondos de forma masiva para mantener el mascarón de proa de su industria automovilística a flote.
El Tesoro podría inyectar así otros 50.000 millones de dólares (36.000 millones de euros) en GM. Desde diciembre ya lleva movilizados 19.400 millones para cubrir costes operativos y pagar a los distribuidores, a los que se sumarán 7.600 millones en junio. Con esos importes, está claro que a partir de ahora será el Gobierno el que se coloque al volante.
Debido al fracaso de la negociación con los acreedores, esa participación del 10% que se les reservó podría agrandar el trozo de la tarta que puede quedar en manos de Washington, hasta al menos el 70% del capital. Los empleados de GM irán como acompañantes, con el 17,5%.
El sector vive en pleno marasmo. Chrysler intenta conseguir que el juez que tutela el proceso de reestructuración le permita desprenderse de un importante número de activos. De esta manera, el tercer fabricante de coches estadounidense podría salir de la suspensión de pagos la semana que viene. La nueva Chrysler estará controlada por la italiana Fiat.
Si sucediera así, Chrysler abandonará la suspensión de pagos en apenas 40 días, antes de lo que preveía Washington. Los expertos de Standard & Poor's ya anticipan que el caso de GM será más complicado, porque el grupo es mucho mayor y está más globalizado. Y para que el proceso pueda avanzar sin obstáculos, es importante que el Tesoro se asegure de que los principales acreedores aceptarán reducir su deuda.
La cercanía de la suspensión de pagos hizo que los títulos de GM cayeran un 20% en la Bolsa de Nueva York. Si se declara en suspensión de pagos, se verá obligada a abandonar el Dow Jones, el índice de valores industriales de referencia en Wall Street.
Con ese horizonte cada vez más cercano, GM acordó ayer separarse totalmente de su filial alemana Opel y dejar el camino libre a un posible comprador. "Las fábricas europeas, los concesionarios y valores de General Motors serán transferidos a Adam Opel", informó la filial europea después de una reunión extraordinaria del consejo de vigilancia de Opel. Esta solución no afecta a las marcas Vauxhall y Saab.
Bruselas busca una solución europea a la crisis de Opel que implique a todos los países de la UE. El papel preponderante de Alemania, que concentra la mitad de las fábricas de Opel en Europa, en este proceso ha causado malestar en algunos Estados. El primer ministro belga, Herman van Rompuy, ha escrito a la Comisión para pedir que las soluciones impliquen a todos los afectados. Y el portavoz del grupo parlamentario socialista, José Antonio Alonso, reveló ayer contactos del Gobierno español con otros europeos por la crisis de Opel.
La Comisión Europea prepara un encuentro de ministros de la UE para analizar la situación de Opel -"no es un problema sólo alemán, sino europeo", explicó el presidente José Manuel Durão Barroso- y discutir las opciones para asegurar su supervivencia.
En pleno año electoral en Alemania, el Gobierno de Angela Merkel decidía el futuro de los 25.000 trabajadores de las fábricas de Opel en una reunión a última hora de la tarde de ayer, en una suerte de subasta para la venta de la compañía con tres firmes candidatos: el fabricante canadiense Magna, el holding de Bruselas RHJ International y el constructor italiano Fiat, a los que los medios alemanes añadieron ayer una firma de capital chino.
Del liderazgo al declive en 100 años
- 1908. El empresario William C. Durant funda General Motors (GM) en Detroit (Michigan).
- 1910. Durant integra varias empresas en la matriz. Las ventas suben un 60%, pero los beneficios se retrasan.
- 1921. La compañía controla un 12% del mercado automovilístico de Estados Unidos.
- 1942. La producción de coches civiles se interrumpe por vehículos de guerra.
- 1960. Como respuesta a la invasión de coches europeos pequeños, GM lanza el Chevrolet Corvair. Las críticas llevan al Congreso estadounidense la cuestión de la seguridad de los coches.
- 1979. La empresa se convierte en el mayor empleador del país, con más de 600.000 trabajadores.
- 1991. Las pérdidas alcanzan un récord de 4.450 millones de dólares (3.204 millones de euros). La compañía decide cerrar 21 plantas en cinco años.
- 1996. La matriz empieza a desprenderse de empresas.
- 2006. El inversor de GM Kirk Kerkorian sugiere sin éxito una alianza con Nissan y Renault.
- 2007. Las pérdidas anuales de 38.700 millones de dólares (28.000 millones de euros) se convierten en las mayores de la industria automovilística.
- 2009. GM prepara la suspensión de pagos.
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