Aranjuez se queda sin fiesta taurina 200 años después
Aranjuez no celebrará festejos taurinos durante las próximas fiestas de San Fernando, a finales de este mes, rompiendo de esta manera una tradición que venía produciéndose en la localidad desde hace dos siglos. El motivo: el desencuentro con la Comisión Nacional de Seguimiento del Convenio Taurino (que reúne a matadores, rejoneadores, banderilleros y empresarios), que exige al Ayuntamiento que se haga cargo de los casi 300.000 euros que les adeuda el anterior gestor de la plaza de toros de la localidad, Francisco Romero Leal.
"Este gobierno ha hecho lo imposible para que haya toros en mayo; lo que no vamos a hacer es asumir las responsabilidades del empresario Francisco Romero Leal, que con su actitud indigna ha dejado tirados a muchos profesionales del toro", explicó ayer el regidor ribereño, que cuenta con el apoyo del Consejo Taurino de la localidad, en el que están representados partidos políticos y asociaciones del municipio.
El anterior gestor de la plaza tiene una deuda de 300.000 euros
La Comisión Nacional ya denunció el pasado octubre que el empresario Romero Leal adeudaba importantes cantidades a los toreros que contrató para sus plazas. En Aranjuez esa deuda ascendía a 280.000 euros, cantidad de la que la comisión considera responsable subsidiario al propio Consistorio. "No hay que olvidar que se trata de una plaza de titularidad municipal y por lo tanto el Ayuntamiento es en parte responsable de la situación", justificó un portavoz de la entidad que vigila el cumplimiento del convenio taurino.
Aranjuez, que se niega a hacer frente a los pagos, ha renunciado ya a la celebración de festejos taurinos durante las próximas fiestas, toda vez que el nuevo empresario de la plaza no ha sido capaz de llegar a un acuerdo con la comisión nacional para continuar con la actividad del coso taurino. Según el Ayuntamiento de Aranjuez, las deudas contraídas por Romero Leal, al que denunciarán por daños y perjuicios, afectan a 40 municipios.
Hasta ahora la centenaria feria taurina de Aranjuez sólo se ha suspendido por la lluvia, la Guerra Civil (entre 1936 y 1939) y, en 1902, por decisión personal del empresario que la gestionaba, que no quiso hacerle competencia a la feria madrileña de San Isidro, que también llevaba él mismo.
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