La ejecuciones por impago de hipotecas se disparan el 148%
El año pasado hubo 43.000 pleitos más que en 2007 por pequeñas deudas
Los efectos de la crisis ya han llegado de pleno a los juzgados. El año pasado se tramitaron 11.240 ejecuciones por impago de las hipotecas, mientras que en 2007 fueron 4.537. Es decir, aumentaron el 148%. Lo que ocurre en estos casos es que la vivienda sale a subasta para cubrir la deuda. Si esa cantidad no completa el importe total, la entidad bancaria sigue actuando judicialmente contra el patrimonio de los que firmaron el préstamo, para resarcirse.
"A pesar de ese aumento, creo que los bancos se contienen antes de ejecutar y confían en recuperar la deuda aunque sea con las ayudas que dan las administraciones", explica una juez de primera instancia de Barcelona que a diario ve casos de este tipo. "Dentro de unos meses puede llegar una avalancha", pronostica.
Otro dato: las demandas por impago de cantidades de hasta 30.000 euros, los llamados procedimientos monitorios, también se dispararon el año pasado hasta 113.648 casos, frente a los 70.834 de 2007. La mayoría de esas demandas corresponden a facturas impagadas y préstamos personales para el consumo.
Una tercera cifra que ilustra las estrecheces que sufren muchas familias es la relativa a los procesos cambiarios, aquellos que se ponen en marcha por el impago de una letra, un cheque o un pagaré. El año pasado fueron 8.013, frente a los 4.286 de 2007.
Son datos oficiales que contiene la memoria anual del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que ayer presentó su presidenta, María Eugenia Alegret. Entre esos números destaca también el considerable aumento de las demandas por despido, que el año pasado aumentaron en Cataluña el 59,7%. En 2008 llegaron a los juzgados de lo social 24.647 asuntos, frente a los 15.433 de 2007. Lo mismo sucedió con las llamadas reclamaciones de cantidad, los atrasos salariales o complementos que reclaman los empleados. El año pasado se presentaron 20.768 y en 2007 hubo 13.587.
Los concursos de acreedores (las antiguas quiebras o suspensiones de pago) también se dispararon (1.044), hasta triplicarse respecto al año anterior (326). De uno de esos procesos puede depender el destino de centenares de millones de euros, como en el caso de la inmobiliaria Hábitat, y centenares de personas esperan la decisión judicial para cobrar sus deudas o saber si sus empresas de suministros, por ejemplo, serán viables. De ahí la importancia de que los juzgados mercantiles, que son los que tramitan esos casos, no estén colapsado. El Consejo General del Poder Judicial cree que no deberían tramitar más de 350 casos al año. Los seis juzgados de lo mercantil de Barcelona tramitaron el año pasado una media de 728 asuntos.
Una justicia saturada
Que la justicia está saturada no es nada nuevo, aunque la situación se agrava cada año. Y eso que en 2008 los jueces de Cataluña resolvieron 63.000 asuntos más que en 2007, pero como el grifo de entrada no se cierra, no sólo no se achica el retraso acumulado, sino que cada vez hay más pleitos que esperan.
El año pasado entraron en los tribunales de Cataluña 1.353.813 asuntos, frente a los 1.250.177 del año 2007. Al acabar el año estaban en trámite 410.940, mientras que en 2007 eran 367.971. Alegret asegura que el 88,4% de los juzgados o tribunales de Cataluña están sobrecargados, considerando como tal que rebasan el módulo de trabajo que considera aceptable el Consejo General del Poder Judicial. En 2007 la saturación afectaba al 73% de los órganos judiciales.
María Eugenia Alegret, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, achaca la saturación a quienes tienen responsabilidad para tomar medidas y exculpa a los suyos. La informática actual, en la que la Generalitat ha gastado decenas de millones de euros, "no responde a las necesidades actuales", dice la presidenta. Las estructuras judiciales tampoco son las adecuadas ni están modernizadas, hace falta una nueva política de personal más flexible y se debería acabar con la interinidad actual, pues el 42% de los secretarios judiciales son sustitutos y de las 712 plazas de juez que hay en Cataluña están vacantes 93. Que no desiertas, porque todas esas y otras 38 plazas en las que no esn con jueces sustitutos.
El Departamento de Justicia responde a esas demandas pidiendo más competencias y el despliegue del Estatuto para gestionar mejor al personal. También recuerda que nunca se había hecho un esfuerzo inversor tan importante en equipamientos judiciales y pone como ejemplo la Ciuda de la Justicia, en la que, según Alegret, hay un "escaso espacio de reserva". Para la presidenta, la solución es crear 166 nuevos órganos judiciales. Este año se crearán 19.
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