La Generalitat investigará la venta de piezas de la Folch

La Generalitat investigará la venta de piezas de la colección Folch de arte étnico para dilucidar si se ha hecho cumpliendo las normas. "Meteremos la nariz con toda la amabilidad", dijo ayer el director general de Patrimonio, Josep Maria Carreté.

Carreté expresó ayer inquietud por el fondo, uno de los mejores de España en su género, tras conocerse que 31 objetos del mismo, incluidas obras de grandes dimensiones y de calidad, fueron adquiridos por el empresario y coleccionista Jordi Clos y se exhiben en Madrid. Carreté considera prioritario confirmar que, como asegura la presidenta de la Fundación Folch, Stella Folch-Corachán, hija del creador de la colección, las piezas vendidas no pertenecen a dicha fundación. "Si lo fueran", dijo Carreté, "debería haberse pedido permiso previo a Interior para su venta, un trámite obligatorio". Si no, "tendrían perfecto derecho a venderlo al ser material propiedad de la familia, a no ser que se tratara de bienes catalogados, que no es el caso".

Patrimonio ha contactado con la fundación "para ver lo que está pasando" y estudiar en profundidad "una colección que no conocemos bien", afirmó el director general, "a fin de que no se produzcan males mayores". Carreté señaló que si hubiera peligro de que se disgregara la colección, independientemente de que las piezas vendidas en el pasado o en el futuro pertenezcan o no a la fundación, Patrimonio tendría una vía para actuar: "Podemos catalogar los objetos de la colección que consideremos importantes como bienes culturales". En todo caso, "se actuará con cautela". "No podemos entrar ahí como el caballo de Atila", añadió.