Jesús Serra Farré deja Catalana Occidente y se queda con Baqueira

Jesús Serra Farré, uno de los hermanos al frente del grupo asegurador Catalana Occidente, presidido por José María Serra Farré, ha decidido desvincularse del conglomerado, dimitir del Consejo del Administración y de los puestos directivos de las sociedades que dependen del mismo, y quedarse sólo con la estación de esquí Baqueira-Beret, que ya dirige.

Serra Farré pasará a controlar, tras varias operaciones, el 5% de las acciones de Catalana Occidente de forma directa, pero como los derechos de votos son sindicados, la gestión siguen en manos "del núcleo duro de accionistas", al que ya no pertenece, según informó ayer Catalana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La segunda generación de los Serra reestructura los negocios

Fuentes de Catalana atribuyeron ayer la decisión de Farré de desvincularse del grupo asegurador a "motivos personales" que no concretaron. Esta desvinculación lleva aparejada la compra del 37,7% de las acciones de Baqueira-Beret por 26,3 millones de euros. Catalana conservará el 11,73% de los derechos de voto de la misma.

La familia Serra continúa controlando más del 51% del Grupo Catalana Occidente, pese a que cotiza en Bolsa, con la finalidad de garantizar la estabilidad del resto del grupo.

Jesús Farré, consejero delegado de Baqueira-Beret, ya controlaba un 23% del capital de la compañía, con lo que ahora superará el 50% de las acciones de Baqueira.

Jesús Serra y José María Serra son la segunda generación de los Serra, hijos del fundador de Occidente, Jesús Serra Santamans, quien en 1947, a partir de La Catalana, fundada en 1864, constituye la actual Catalana Occidente.

Jesús Serra Farré llevaba décadas siendo el número dos de la compañía, responsable de la política de inversiones y director general corporativo.

También era vicepresidente de Atradius y presidente de Crédito y Caución, las dos compañías de seguros especializadas en crédito comercial.

El grupo publicó recientemente los resultados correspondientes al primer trimestre de 2009, en el que ha obtenido un beneficio neto de 18,3 millones, lo que implica una caída de 62%, en gran parte porque el peso del reaseguro de operaciones comerciales empresariales, gran apuesta con el control del grupo Atradius, se ha visto fuertemente afectado por el nuevo entorno de crisis.